Al videoclip y a la canción, Mario Vitette Sellanes le puso como título “Muy pronto estaré de juerga”. El hombre del traje gris en el robo al Banco Río de Acassuso se mofaba así de quienes lo investigaron y lo llevaron a la condena. Los fiscales de San Isidro, en cambio, entregarán hoy un documento conteniendo el cómputo de la pena del Uruguayo: según ellos, Vitette no podrá dejar la cárcel hasta el 29 de diciembre de 2020, o sea dentro de diez años y 26 días. El cómputo se entregará hoy al Tribunal Oral Criminal número 6 de San Isidro, que es el que tiene que resolver la cuestión. En la audiencia también estará la defensa del Uruguayo. En los Tribunales de San Isidro todos apuestan a que el fallo de los jueces estará muy cerca de lo que dicen los fiscales. Es decir que, posiblemente, la juerga tenga que esperar.

Las ironías, la poesía y la música siempre fueron parte del estilo de Vitette. Habrá que recordar el texto que dejó en el asalto: “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores. Es sólo plata, no amores”. Ya desde la cárcel, Vitette se despachó con su primer videoclip, compuesto por el propio uruguayo y su dentista, Sergio Zajdenberg, e interpretado por el grupo oriental Los Trovadores de Venus. El título: “Sólo se llora por amores”. Vitette se ufanaba elípticamente del robo y en las entrevistas decía que no tuvo nada que ver. Las pruebas recolectadas por el equipo de fiscales, encabezados por Eduardo Vaiani y Gastón Garbus, fueron tan abrumadoras que finalmente Vitette aceptó confesar y terminó condenado, por todos los delitos, a 21 años y seis meses de prisión.

Y no se trató de un solo delito. El Uruguayo fue condenado por un robo cometido en la Capital Federal, mucho antes del asalto boquetero al Banco Río. En aquel momento, 1998, estuvo preso desde el 18 de agosto de ese año hasta el 27 de diciembre de 2003, cuando –según el texto de los fiscales de San Isidro– se le otorgó la libertad condicional. Después, Vitette estuvo preso por el boquete en el Banco Río y cuando también le permitieron esperar el juicio oral en libertad, se lanzó a otro robo, estilo hombre araña, en una propiedad de la avenida Figueroa Alcorta, en Capital Federal. Estaba preso desde 2009 por este último robo y ahora también por la condena por el asalto al Banco Río.

Lo cierto es que la condena unificada por todos los hechos delictivos ascendió a 21 años y seis meses. Los fiscales, en el documento al que accedió Página/12, le computan un total de once años, cuatro meses y 27 días de cárcel, teniendo incluso en cuenta que parte de la prisión que cumplió entre 1998 y 2003 se calculó con el beneficio de la ley conocida como Dos por Uno. Después de aquella primera vez, estuvo preso nuevamente en 2006 y 2009, “restándole cumplir diez años, un mes y tres días, por lo que el vencimiento de la pena única de 21 años y seis meses impuesta a Luis Mario Vitette Sellanes operará el 29 de diciembre de 2020”, afirman los fiscales.

Vitette y sus abogados afirman que la Ley de Migraciones permite a un imputado de origen extranjero ser expulsado del país al cumplir la mitad de su condena. Los fiscales afirman que esto no es así, que ello es decisión de los jueces por cuanto sólo se le puede otorgar ese beneficio a quienes los magistrados consideran en condiciones de tener salidas transitorias o la incorporación a un régimen de semilibertad, según lo previsto en la Ley 24.660, que también aparece mencionada en el texto de Migraciones. En este caso, por ejemplo, los fiscales señalarán que Vitette cometió los principales delitos estando en libertad condicional, incluyendo el robo al Banco Río. Por ello, no se le puede otorgar ningún beneficio.

Hay un dato asombroso. El uruguayo pidió que se le aplique el extrañamiento, es decir que se le permita irse a su país y quedar en libertad, antes del robo al Banco Río. Ese es un argumento adicional de los fiscales: Vitette intentó con su pedido tener asegurada la impunidad.

En la audiencia de hoy, los jueces conocerán los argumentos de la defensa y de los fiscales. Sobre esa base van a decidir. El pronóstico no es bueno para el Uruguayo. Es que, además, los fiscales seguramente van a argumentar que casi no se recuperó nada de lo robado, apenas dos millones de dólares de un estimado de 19 millones. “No tiene sentido que se le dé el beneficio de que se pueda ir a su país, en libertad, y tal vez con gran parte del botín en su poder”, dicen en San Isidro.