La presidenta Cristina Fernández de Kirchner promulgó la Ley de Salud Mental, que el Congreso había sancionado la semana pasada. La ley prohíbe “la creación de nuevos manicomios”, promueve dispositivos como “casas de convivencia y hospitales de día”, restringe las internaciones involuntarias y las sujeta a un control en el que participarán organismos de derechos humanos. Propicia internaciones breves en hospitales generales, restringe la “declaración de insania” y establece que quienes trabajan en psiquiátricos son “responsables de informar sobre tratos indignos”. La Presidenta firmó acompañada por Yago Di Nella, director nacional de Salud Mental; por Leonardo Gorbacz, que había presentado el proyecto original en Diputados, y por integrantes de radio La Colifata.