Treinta y dos muertos, sesenta mil personas sin techo y graves daños en la infraestructura vial son el saldo de las inundaciones en Venezuela, tras una semana de incesantes lluvias. Instalaciones militares, hoteles y hasta el palacio presidencial se habilitaron para recibir refugiados. Ante el siniestro, el presidente Hugo Chávez canceló su viaje a la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata. La Argentina enviará ayuda a Venezuela y también a Colombia, donde, desde noviembre, las inundaciones dejaron 70 víctimas fatales.

Tareck El Aissami, ministro del Interior venezolano, precisó que el Estado está atendiendo, en más de 300 refugios, a 60.000 personas afectadas por las inundaciones. El gobierno destinó a tal función edificios públicos, casas expropiadas, escuelas, hoteles, cuarteles militares e incluso el palacio de Miraflores, sede del gobierno nacional, donde fueron recibidas varias familias. También en Caracas, un centro comercial, expropiado antes de su inauguración, fue destinado a familias procedentes de barrios populares. Al fuerte Tiuna, la principal instalación militar de esa ciudad, llegaron más de 3000 damnificados.

La lluvia cayó sin interrupción durante una semana. El primer estado en ser decretado en emergencia fue Falcón, donde las inundaciones dejaron incomunicadas muchas poblaciones. Luego se agregaron los estados de Vargas, Miranda y Distrito Capital, todos en el centro y norte del país. El ministro El Aissami señaló ayer que la infraestructura vial sufrió daños severos y que “todavía quedan sectores incomunicados”, situación que el gobierno esperaba resolver anoche. Los aguaceros superan a los de 1999, cuando los deslaves sepultaron pueblos enteros en el estado de Vargas.

El presidente Chávez anunció un decreto con “medidas excepcionales”, que incluiría la “recuperación de tierras ociosas”. El mandatario canceló su participación en la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata, a fin de participar en la atención de la emergencia.

El gobierno argentino dispuso el envío urgente a Venezuela, a través de la Comisión Cascos Blancos, de 40.000 pastillas potabilizadoras, con capacidad para purificar entre seis y ocho millones de litros de agua. También se enviarán pastillas potabilizadoras a Colombia, en cantidad suficiente para ocho a doce millones de litros. Colombia, también castigada por fuertes lluvias, en noviembre tuvo 70 víctimas fatales. Catorce rutas están cortadas y 110.000 hectáreas están bajo el agua.