En el Parque Tres de Febrero, las víctimas de la tragedia de Cromañón tienen un espacio que les rinde homenaje. Se trata de 194 árboles, plantados allí por una iniciativa de los Amigos del Lago de Palermo, plasmada en ley hace cuatro años, y que el gobierno porteño colocó sin respetar el diseño realizado por el paisajista Carlos Thays, bisnieto del creador de los bosques de Palermo, y consensuado con los familiares.

El bosque está ubicado en el predio delimitado por Ramón Cárcano e Intendente Guerrico, entre Figueroa Alcorta y Dorrego, junto a la sede San Martín del Club GEBA. Según relató Osvaldo Guerrica Echevarría, presidente de la Asociación de Amigos del Lago, la propuesta nació en mayo de 2005, cuando el diputado Rubén Devoto, haciéndose eco de una idea de familiares y amigos de las víctimas y de la asociación, presentó el proyecto de ley para plantar 194 árboles recordando a los muertos por el incendio del local de Once, en uno de los terrenos que ocupaba ilegalmente el Club GEBA y que fue recuperado por la ciudad. El proyecto fue aprobado el 6 de diciembre 2005, mediante la ley 1917, que dispone la plantación del bosque.

En marzo y abril de 2006 se de-sarrolló un trabajo conjunto entre representantes del entonces Ministerio de Medio Ambiente y Amigos del Lago, quienes visitaron el lugar donde se emplazaría el bosque, junto con familiares de las víctimas y el paisajista Carlos Thays IV, bisnieto de quien fuera diseñador de ese sector del Parque Tres de Febrero.

En mayo de 2006, Thays presentó ante familiares y amigos de las víctimas el proyecto paisajístico para la plantación del bosque. “El proyecto fue aprobado por aclamación”, relató Guerrica Echevarría. Posteriormente, el Estudio Thays desarrolló el anteproyecto y preparó los planos de detalle. En agosto de 2006, la documentación para ejecutar el llamado a licitación llegó a manos del entonces director del Parque Tres de Febrero.

A partir de 2008, cuando asumió Macri, el proyecto de Carlos Thays fue entregado a los nuevos funcionarios del Ministerio de Ambiente y Espacio Público en tres oportunidades. Pero la Ciudad puso en marcha un proyecto alternativo al de Thays.

“Ese proyecto, que no fue consensuado con los familiares de las víctimas (como marca la ley), tiene serios problemas de diseño, ya que no tiene accesos marcados, está escondido, y la excesiva cercanía entre los árboles plantados, hace que carezcan de la distancia necesaria como para desarrollarse en plenitud”, advirtió Guerrica Echevarría.