La ley que prohíbe a los colectivos circular por 19 cuadras del casco histórico porteño comenzará a cumplirse recién a principios de marzo, después de que el gobierno porteño y la Nación terminen de consensuar cuáles serán las vías alternativas para las ocho líneas que hoy circulan por esa zona. La modificación, que apunta a preservar los edificios históricos de esa área, es rechazada por los empresarios del autotransporte de pasajeros y pone de manifiesto un conflicto de atribuciones: sancionada por la Legislatura local, debe ser ejecutada por las autoridades nacionales de transporte, que se resisten a hacerlo por no haber sido consultadas para su sanción. Desde la ciudad, proponen que los colectivos circulen por la Diagonal Sur, que pasaría a tener doble mano en toda su extensión, desde Plaza de Mayo hasta Belgrano.
La ley 954 fue sancionada el 5 de diciembre por unanimidad, en la Legislatura porteña, y promulgada por el jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, quien desestimó los pedidos para vetar la norma que hizo la cámara empresaria del autotransporte de pasajeros, la Fatap. En su artículo 1º, la norma prohíbe la circulación de “vehículos de transporte público de pasajeros” en el área comprendida por Perú, Belgrano, Paseo Colón, Hipólito Yrigoyen y Diagonal Sur.
La ley dice expresamente que la prohibición regirá “a partir
de los 60 días corridos a partir de su sanción”, es decir, desde ayer. Pero la circulación de colectivos por la zona involucrada fue la habitual. “No hay una decisión política del gobierno de la ciudad para hacer cumplir la ley”, protestó el diputado Julio Vitobello (PJ), autor del proyecto en cuestión. “No es válida ninguna excusa para no poner a la policía de tránsito a que haga cumplir la norma”, agregó.
Desde la ciudad, el que recogió el guante fue el subsecretario de Transporte y Tránsito, Horacio Blot. Ratificó que existe voluntad de hacer cumplir la ley, pero aseguró que se busca “consensuar intereses para proteger los edificios sin perjudicar a los usuarios, a los empresarios o a los comerciantes de la zona, ni congestionar el tránsito en las calles donde sean derivados los recorridos de los colectivos que hoy pasan por ese sector.
El funcionario justificó la demora en implementar la ley en un término expresado por la propia ley: “El Poder Ejecutivo (de la Ciudad) deberá acordar con la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) el recorrido de las líneas de transporte público de pasajeros afectadas por la prohibición”, dice la norma, en su artículo 2º. “Si me obligan a acordar, yo no puedo aplicar la ley en forma unilateral”, dijo Blot a Página/12, tras asegurar que viene manteniendo encuentros con funcionarios de la CNRT. Para el gobierno porteño, además, los plazos son distintos: “Los sesenta días corren a partir del 10 de enero, fecha de publicación de la ley en el Boletín Oficial, como ocurre con todas las leyes”, argumentó Blot.
Las líneas involucradas son las 22, 24, 28, 29, 86, 91, 103 y 126. Los empresarios realizaron una manifestación a fines de diciembre, frente al Palacio Comunal, para pedir el veto de la ley. Y luego de la promulgación, renovaron sus gestiones ante la Secretaría de Transporte de la Nación, organismo encargado de asignar los nuevos recorridos. “No puede ser que el órgano de aplicación no haya sido consultado antes o después de sancionada la ley”, dijo a este diario el subsecretario de Transporte Automotor, Luis Drago, quien reclamó un consenso entre todos los sectores involucrados y admitió haber recibido el reclamo de la Fatap.
La Secretaría no participa de las conversaciones que mantiene la CNRT con el área de Tránsito y Transporte porteña. “Allí llevamos una propuesta que, creemos, es la más viable”, dijo Blot a este diario. “Los ómnibus que vienen por Bolívar, desde Plaza de Mayo, desviarán por Diagonal Sur, en un carril exclusivo hasta Belgrano, por donde bajarán hasta retomar Bolívar.Y los que van por Perú hacia el centro podrán tomar por Belgrano, en un carril a contramano, hasta Diagonal Sur y por allí hasta la Plaza de Mayo”, precisó el funcionario. Para eso, explicó, serán necesarias obras de demarcación e instalación de semáforos.