Jue 12.05.2011

SOCIEDAD  › EL DETENIDO POR TIRAR LA BENGALA CONFESó Y QUEDó PRESO POR “HOMICIDIO SIMPLE”

“No tires eso que vas a matar gente”

Dos amigos relataron que le habían advertido que no usara la bengala, pero él la tiró igual. Luego envió un SMS a allegados al grupo La Renga, en el que admitía que se había “mandado una macana”. El receptor del mensaje hizo la denuncia.

› Por Carlos Rodríguez

“No tirés eso que vas a matar gente”, fue la advertencia que recibió Iván Alejandro Fontán, de 25 años, por parte de dos personas que estaban con él, presenciando el recital de La Renga, el sábado 30 de abril, en el Autódromo Roberto Mouras de La Plata. Segundos después, la bengala que estaba manipulando Fontán, quien “hizo oídos sordos a la advertencia”, se clavó en el cuello de Miguel Ramírez, de 32, fallecido nueve días después en el Hospital de Melchor Romero. Los datos a los que pudo acceder Página/12 son una parte de la prueba reunida contra Fontán, para quien la fiscal platense Virginia Bravo solicitó la prisión preventiva bajo el cargo de “homicidio simple por dolo eventual”. La petición fue aceptada por el juez Juan Pablo Massi. La identidad de Fontán fue determinada a partir de un mensaje de texto que el joven envió a una persona del entorno de La Renga, admitiendo que había tirado la bengala. Además de esa prueba, hay cuatro testigos presenciales y todo indicaría que “el caso está esclarecido”, según estimaron las fuentes consultadas por este diario.

Gustavo Avellaneda, el abogado defensor de Fontán, confirmó que el joven “admitió haber tirado una bengala, pero no sabe si es la misma que mató a Ramírez”. Según Avellaneda, su cliente “decidió arrojarla con la mala suerte de que por un defecto de la bengala, aunque él apuntó hacia arriba, se dirigió hacia el costado”. El defensor aseguró que Fontán “está arrepentido porque su única intención fue participar de una celebración y no tuvo la intención de dañar a nadie”. Agregó que varios testigos vieron que “se tiraban bengalas desde otros lugares” del autódromo platense.

Fontán, al declarar ayer ante la fiscal Bravo y el juez Massi, confesó que había arrojado una bengala del tipo náutica. La estrategia de la defensa es tratar de demostrar que es un caso de “homicidio culposo, ya que Iván fue un irresponsable, pero no es un asesino”. El juez Massi, no obstante, dispuso la detención del joven por el delito de “homicidio simple por dolo eventual”, que prevé una pena de entre 8 y 25 años.

La fiscal y el juez de la causa coincidieron en que Fontán “utilizó un medio (la bengala) que por las circunstancias de modo y lugar podía razonablemente producir la muerte”. Massi afirmó que se incorporaron a la causa varios mensajes de texto que “abastecen la sospecha necesaria” contra Fontán. “No lo dice claramente, pero de la lectura (del mensaje de texto) surge y se abastece el grado de sospecha necesario para en principio detenerlo, junto a otras pruebas obtenidas en la causa”, dijo Massi en declaraciones a la prensa.

De los cuatro testigos presenciales que declararon en la causa, dos confirmaron que cuando vieron a Fontán manipular la bengala con intención de arrojarla, le dijeron “no tirés eso que vas a matar gente”.

Los mensajes de texto fueron enviados por Fontán, una vez que se supo que Miguel Ramírez estaba internado en grave estado. El destinatario fue un allegado al grupo de rock La Renga, quien hizo la denuncia bajo identidad reservada. A ese dato se sumó luego el aportado por la policía de Bahía Blanca, que se había enterado por una denuncia que había un joven de Ingeniero White que buscaba en forma desesperada un abogado porque “se había mandado una macana” en el recital de La Renga.

La detención de Fontán se concretó en su casa de Ingeniero White, en la calle Lautaro al 3100. Como prueba se secuestraron dos remeras de La Renga y la entrada al recital. El joven detenido era un fan del grupo de rock y lo seguía a todas partes. Ayer, ante preguntas de la fiscal Bravo, el joven reconoció que arrojó la bengala “siguiendo las instrucciones” que había en el artefacto. Juró, además, que “no tuvo intencionalidad de causar daño” y que “no advirtió que había herido a alguien”.

Tenía la bengala desde octubre del año pasado, porque se la dio una persona vinculada a la actividad pesquera. Su intención, según dijo, era arrojarla “en algún recital” y lo hizo en el del sábado 30 de abril. El mensaje de texto al allegado a La Renga fue enviado por Fontán desde el celular de su madre. “La culpa la tuve yo, me hago cargo”, decía entre otras cosas. Afirmaba que quería “dar la cara y hacer lo que pueda”. En ese mensaje aseguraba que había encontrado la bengala “dentro del campo”, en el autódromo, a la vez que se consideraba a sí mismo como “un pelotudo, traidor y con mala suerte. Paredón no me cabe”. Ayer confesó ante la Justicia que llevó la bengala desde su casa, para arrojarla en el recital. De los cuatro testigos presenciales, tres son amigos de Fontán que habían viajado con él, desde Bahía Blanca, en el auto del hoy detenido. Uno de los amigos, Joaquín Discioscia, declaró que media hora antes del recital, escuchó que otro integrante del grupo, Mario Gobbi, le decía a Iván “no la tirés”, en alusión a la bengala. Discutieron y hubo un forcejeo, hasta que la bengala cayó al piso. En el viaje de regreso a Bahía Blanca, Iván les comentó a sus acompañantes que se había “mandado una cagada con la bengala” porque la había tirado “hacia arriba y salió para el lado donde estaba la gente”.

El sepelio de Miguel Ramírez se hizo ayer en el cementerio Jardín de Paz, en Pilar. Además de familiares, amigos y vecinos, estaban algunos socios del Club San Miguel, del que era hincha el fallecido. “Terminemos con las bengalas”, dijo Hugo Ramírez, el padre de Miguel, quien tuvo palabras de agradecimiento para el grupo de rock La Renga. Liliana, la mamá, pidió que “se terminen las muertes” y se solidarizó “con las madres de Cromañón”.

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