Madrid gritó “Nunca Mais”, así, en gallego. La consigna convocó a una multitudinaria movilización para pedir la renuncia del gobierno de los responsables políticos de la peor catástrofe ecológica de la historia de España, la que causó el petrolero “Prestige” al sufrir hace más de tres meses un accidente con 77.000 toneladas de fuel-oil.
Fueron miles de personas –un millón para los organizadores, 100.000 para el gobierno– las que recorrieron ayer los dos kilómetros que separan las céntricas Atocha y Puerta del Sol, convocados por la plataforma Nunca Mais. Los manifestantes criticaron la gestión de la crisis que llevaron a cabo el gobierno central y el gallego, ambos del Partido Popular (PP). Los calificaron de “incompetentes” y exigieron que asuman responsabilidades.
Entre las dimisiones más solicitadas, la del presidente del Ejecutivo gallego, Manuel Fraga, y la del ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, bajo cuya responsabilidad se decidió alejar al “Prestige” de la costa cuando aún se mantenía a flote.
El buque había sufrido el 13 de noviembre una avería y seis días después se hundió, tras partirse en dos, a 250 kilómetros de la costa gallega. Según los expertos, el alejamiento del barco multiplicó la dimensión de la catástrofe. De haberse llevado a puerto, dicen, el combustible no se habría extendido y su limpieza habría sido más fácil.