Un médico de un hospital público de Entre Ríos fue condenado a tres años de prisión condicional por no haber avisado a un donante de sangre y a la paciente que recibió esa sangre que el fluido estaba infectado con HIV, lo que generó el contagio del virus a la mujer cuando estaba embarazada. En 2006, al producirse la transfusión, Ricardo Alcain era responsable del servicio de Hemoterapia del Hospital de Niños San Roque. La sentencia le impone, además de la pena de prisión condicional, cuatro años de inhabilitación para ejercer cargos públicos y cinco horas semanales de trabajo comunitario.