SOCIEDAD › LA LEGISLATURA APROBO LA CONSTRUCCION DE UN POLO COMERCIAL Y GASTRONOMICO EN SAN TELMO
La iniciativa, impulsada por un consorcio privado, pone en riesgo la continuidad de actividades de escuelas y proyectos sociales que se desarrollan en el lugar. El proyecto fue aprobado sin debate en medio de un paquete de leyes.
› Por Eduardo Videla
Vecinos docentes y organizaciones sociales del barrio de San Telmo están en estado de alerta. Es que la Legislatura porteña, en la última sesión-ómnibus con su antigua composición, aprobó junto a decenas de proyectos que se sancionaron sin discusión, una iniciativa que autoriza la explotación de un importante negocio bajo la autopista 25 de Mayo: la construcción de un polo comercial-gastronómico-cultural, con el sugestivo nombre de Feria del Sur, en un sitio donde hoy funcionan un polideportivo utilizado por una escuela pública, un mercado de artesanos y dos emprendimientos dedicados a pibes del barrio, uno dependiente del Ministerio de Educación y otro, impulsado por una asociación civil. El proyecto, presentado en la Legislatura por el macrismo y aprobado a mano alzada por la mayoría de los legisladores, apunta a convertir en ley una propuesta privada, diseñada por el consorcio Servente-Lanusse-Criba-Crivelli, el mismo que explota el polo gastronómico y la estación de servicio bajo la Autopista Illia, en Retiro, un negocio otorgado hace 20 años por el entonces intendente Carlos Grosso. A diferencia de lo que se hizo en aquella ocasión, esta ley tiene doble lectura: habrá una audiencia pública y –seguramente– un debate legislativo antes de su aprobación final.
El proyecto, presentado por el diputado Cristian Ritondo –hasta el 10 de diciembre jefe de la bancada del PRO, ahora vicepresidente primero de la Legislatura–, autoriza al Poder Ejecutivo a llamar a licitación para “el diseño, construcción, mantenimiento, administración y explotación en concesión” de un futuro centro denominado Feria del Sur, en los terrenos bajo la autopista AU1 “y las áreas linderas, entre la calle Bolívar y la media manzana entre Balcarce y Paseo Colón”, justo en el límite del Espacio para la Memoria que se levanta en el lugar donde funcionó el Centro Clandestino de Detención Atlético.
La ley sancionada en primera lectura por la Legislatura autoriza el “llamado a licitación pública o concurso de proyectos integrales” para la concesión por un plazo de 20 años, a fin de desarrollar un “centro comercial, gastronómico y cultural”. El proyecto presentado por las empresas Constructora Lanusse S.A., CRIBA S.A., Crivelli Construcciones S.A. y Sevente prevé una inversión de 17 millones de pesos. Las empresas están mencionadas expresamente en el proyecto, lo que podría constituir una ventaja a la hora de competir con otras, similar a la que podía tener el caballo del comisario en las carreras cuadreras de antaño.
El proyecto se votó en bloque, junto a otros dos: el llamado a licitación pública para la concesión de 92 predios en espacios bajo las autopista 25 de Mayo y Perito Moreno, y un permiso de uso precario de 19 predios, también bajo la autopista, a organizaciones sin fines de lucro. El más beneficiado es el Club San Telmo, que recibe la cesión de cuatro de esos predios.
Las tres iniciativas se aprobaron prácticamente sin debate. Sólo algunos legisladores se limitaron a aclarar su voto, por la negativa o por la abstención. El proyecto de la Feria del Sur fue aprobado por 55 legisladores. Hubo cuatro abstenciones (Fernando Sánchez, Rocío Sánchez Andía, Sergio Abrevaya y Martín Hourest) y un voto negativo (Marcelo Parrilli).
Ante una consulta de Página/12 la diputada Sánchez Andía (Coalición Cívica) fundamentó su abstención: “No comprendimos el espíritu de esa feria, que no es para trasladar a los artesanos que sacaron de la calle Defensa sino un paseo comercial con locales, que de feria sólo tiene el nombre”, argumentó la legisladora. “Además –agregó– no existe un plan integral para definir el destino de los bajo autopistas en la ciudad”.
En uno de los espacios bajo la autopista funciona el polideportivo Martina Céspedes, utilizado por los alumnos de la Escuela Normal Nº 3. “Nunca se acercaron al colegio para consultarnos. Estamos preocupados porque el proyecto se aprobó entre gallos y medianoche y generó mucha resistencia en el barrio”, dijo a Página/12 la rectora de ese colegio, Silvia Ledo, quien será recibida la semana próxima por la viceministra de Educación, Ana Ravaglia, para tratar el tema.
En ese ministerio también se generó inquietud ya que en el mismo predio está una de las 32 sedes del Club de Jóvenes, un emprendimiento social que funciona al amparo de esa cartera desde que fue creado en 2003 por la gestión de Daniel Filmus, en el marco programa Deserción Cero. “Acá tenemos una matrícula de 180 pibes, de 13 a 19 años, que si pierden este lugar se quedan sin nada”, dijo a Página/12 Pablo Rodríguez, coordinador de ese centro. Ante una consulta de este diario, voceros de Educación aseguraron que “se trabaja en la búsqueda de lugares para reubicar las actividades que se desarrollan allí”. Es que en ese polideportivo además del Normal Nº 3, realizan actividades de educación física alumnos de otras escuelas del barrio.
En ese mismo lugar funciona la juegoteca de la Asociación Civil Creactivar y el Centro de Salud Nº 15, sede de formación de la Facultad de Psicología de la UBA, que dos veces por semana se convierte en un espacio para el acceso a los juegos para chicos que viven hacinados en hoteles o en condiciones habitacionales precarias. “Con manejos astutos de lobby, la ambición privada pasó por encima de largos procesos de construcción colectiva”, opinó el presidente de la asociación civil, Eduardo Tissera.
También resultarían afectados por el proyecto los trabajadores de la Cooperativa de Artesanos de Argentina, que tienen asignados locales sobre la calle Defensa, bajo la autopista. Allí funciona la Feria Gráfica, un proyecto de archivo editorial liderado por Efraín Cruz. Los artesanos promueven desde hace once años un proyecto de integración del área de anticuarios de la calle Defensa con el Parque Lezama, sectores separados drásticamente por la autopista. “No nos sorprende que el macrismo impulse este proyecto de explotación comercial. Lo que nos preocupa es que encuentre el apoyo de la oposición, de quienes creemos que son nuestros compañeros”, se lamentó Cruz.
Consultado por Página/12, el diputado Ritondo, impulsor del proyecto, sostuvo que la iniciativa contribuirá a “recuperar una zona abandonada de la ciudad” y aseguró que se encontrarán destinos para los emprendimientos sociales, aunque no dio precisiones.
Mientras tanto, vecinos y organizaciones preparan una estrategia para la audiencia pública, aún sin fecha.
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