SOCIEDAD › LA MADRE DEL CHICO ASESINADO EN EL COUNTRY SAN ELISEO FUE IMPUTADA POR EL CRIMEN
Hace un mes, el padre había denunciado que la mujer amenazó con matar a los hijos. Las marcas en el cuello de la mujer son evidencias de que el chico intentó defenderse. El fiscal le tomó indagatoria, pero la madre no declaró.
Martín, el chico de 6 años que murió ahogado en el jacuzzi de su casa, en el exclusivo country San Eliseo, en San Vicente, intentó defenderse. La presunción del fiscal de Presidente Perón, Leandro Heredia, que investiga el caso, surge de las marcas que tiene la madre del niño en el cuello. “Un dato importantísimo es que la imputada tiene lesiones en su cuello, manuales”, sostuvo Heredia en una miniconferencia de prensa frente a la fiscalía. Enumeró también otras pruebas, como los graffitis escritos en la pared y el espejo del baño, y la denuncia del padre del chico, el contador Carlos Vázquez, en febrero pasado, cuando sostuvo que la mujer intentaría matar a sus hijos. Heredia concurrió al hospital de San Vicente para tomar declaración a la madre, pero ésta se negó a declarar. El fiscal sostuvo que pedirá su detención.
El fiscal Heredia concurrió ayer al hospital Ramón Carrillo, de San Vicente, donde se encuentra internada Adriana Cruz, para tomarle declaración, pero la mujer prefirió no declarar por el momento. Luego, en la puerta de la fiscalía, en Presidente Perón, Heredia hizo una breve síntesis del estado de la investigación.
El resultado de la autopsia indicó que el chiquito tenía agua en los pulmones y que murió por un paro cardiorrespiratorio, como consecuencia de la ausencia de oxígeno. “Murió por haber ingerido líquido que le produjo un edema pulmonar, que desembocó en un paro cardíaco”, sostuvo el funcionario.
“Un dato importantísimo –agregó– es que, si bien el cuerpo del menor no presentaba marcas de golpes, la imputada tiene lesiones en su cuello, manuales, que son estigmas ungueales, es decir que presumimos que el niño intentó resistir el poder ofensivo y no pudo y fue vencido.” Después, volcó innecesariamente hacia el costado melodramático y en lugar de hablar de Medea, aseguró que “fue una lucha entre David y Goliat, evidentemente, donde ganó Goliat. Un niño de 6 años que estaría pesando 17 o 18 kilos no podría nunca con la fuerza ofensiva de una mujer de 42”.
Confirmó también que Carlos Vázquez, padre del chico, había presentado una denuncia en febrero, en la que mencionaba que la mujer quiso atentar contra la vida de sus hijos, suministrándoles pastillas para dormir, colocando una soga en una parte de la casa como para ahorcarlos. En aquella denuncia el marido, de todos modos, había indicado que se llevaba a los hijos “con él a otra casa, con lo que dejó de tener un peligro cierto en ese momento –señaló un vocero judicial–. La Justicia no puede saber si luego el hombre devolvió a los chicos a su madre, porque más allá de esa presentación, no volvió a informar qué fue lo que pasó”, sostuvo.
Según informaron las autoridades del hospital a la fiscalía, Cruz se encuentra con alta médica, pero anunciaron que existe cierto toque de alerta porque la mujer podría intentar atentar contra sí misma, por lo que Heredia decidió concurrir a hospital para tomarle declaración. “Se encuentra en condiciones de declarar, aunque hay una recomendación de una internación psiquiátrica porque tendría algún vestigio de querer autolesionarse o suicidarse”, manifestó el fiscal.
Entre las pruebas que reunió el fiscal para mantener su acusación se encuentran, además de las marcas del cuello de la madre y el antecedente de la denuncia de Vázquez, varios testimonios ya tomados como la declaración del contador, la de una hija adolescente de la pareja y la de la empleada que encontró el cadáver del niño y a la madre en el piso, en uno de los cuartos.
El fiscal también sostuvo que se recolectó un cortaplumas y un lápiz de labios con el que se presume que escribió un mensaje para una de sus hijas. “Todo indica, sin ningún tipo de dudas, que está semiprobado que ha sido la autora de este aberrante crimen”, sostuvo el fiscal. Heredia además confirmó que la “mujer estaba atravesando un cuadro de separación tortuoso, conflictivo, desde agosto 2011” y señaló que incluso estuvo internada durante 40 días en una clínica psiquiátrica entre noviembre y diciembre último. “No sabemos qué es lo que motivó este crimen, pero todo apunta a que hay una vinculación íntima” con el proceso de separación que enfrentaba la mujer, aseguró. Por último, agregó que “no se ha detectado ninguna patología psiquiátrica de base, razón por la cual nos lleva a pensar que esta mujer estaba en su sano juicio en el momento de cometer lo que cometió.”
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