Con una medida cautelar, la Justicia porteña suspendió el cierre de cursos escolares con menos de quince alumnos y llamó a una audiencia a las autoridades educativas y los gremios para discutir la situación. El Ministerio de Educación aseguró que no dispuso cerrar cursos con mayor cantidad de alumnos, mientras que el sindicato adelantó que apelará la sentencia. De todos modos, como explicó en diálogo con Página/12 un representante de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la reacción de los docentes en tribunales podría depender de lo que suceda hoy si, tal como afirmaron autoridades del Ministerio de Educación, la cartera a cargo de Esteban Bullrich emite una nueva disposición, pero animada “por lo pedagógico y no por lo numérico”.

El viernes último, el juez en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad Hugo Zuleta suspendió “el cierre de cursos decidido según la circular 15 del Ministerio de Educación porteño”. En la misma resolución, convocó a sindicatos y funcionarios del ministerio a una audiencia el 12 de abril a las 12, a la cual los convocados deben asistir “con datos definitivos respecto del número de alumnos de los cursos afectados”.

Docentes, una ONG y padres de alumnos habían realizado presentaciones judiciales contra el cierre de cursos primarios, secundarios y terciarios tal como los procuraba la disposición del Gobierno de la Ciudad.

Hace dos semanas, el ministro Bullrich se comprometió con los representantes sindicales a presentar hoy una nueva disposición, con modificaciones sensibles en el criterio de fusión de grados. Según señaló entonces el funcionario, el cierre de grados en escuelas de la zona norte de la ciudad contemplaría, además, la apertura de nuevas aulas en la zona sur. A la reunión en la que Bullrich anunció que habría nueva disposición, explicó a este diario Mariano Denegris, vocero de UTE-Ctera, “fuimos con un listado de todas las escuelas donde decíamos que no debían cerrar por distintos motivos: porque no daban los metros cuadrados, había alumnos integrados, o la escuela estaba recuperando matrícula de un año al otro, y cerrar cursos es contraproducente. También llevamos un listado de grados superpoblados, con más de 31 alumnos”.

Al menos hasta ayer, los docentes no tenían información acerca de cuál sería el mecanismo de la nueva disposición. Pero tras esa reunión, explicó Denegris, “creo que cambiamos el eje de la disposición, que era numérico, y logramos volver a poner en el centro los criterios pedagógicos. Si hay cuarenta chicos en un primer grado, no se puede hablar de calidad educativa. En la disposición de mañana (por hoy), el gobierno porteño tendría que dar cuenta de esto”.

En respuesta a presentaciones de UTE, la ONG Ciudadanos Libres por la Calidad Institucional y padres de alumnos, el fallo de la Justicia porteña dispuso una medida preventiva y convocó una audiencia para el 12 de abril, fecha hasta la que debía ser suspendida la aplicación de la disposición. La resolución de Zuleta ordenaba al gobierno porteño “abstenerse de hacer efectiva la disposición 15/DGEGE/2012” en dos casos concretos: cursos primarios de quince o más alumnos (o cuando, por la integración, “resulten asignados a un mismo curso más de 35 alumnos”) o cursos medios y de técnicas ‘con veinte o más alumnos’ (o cuando, por la integración, “resulten asignados a una misma división más de 40 alumnos”).

Aun cuando hoy una nueva disposición del gobierno porteño podría modificar la situación, el titular de UTE, Eduardo López, interpretó el fallo como “una medida parcial que es positiva”, pero que también “tiene una parte negativa, que vamos a apelar, que es la autorización a fusionar cursos de menos de quince alumnos en primaria y menos de veinte estudiantes en media”.