SOCIEDAD › ROBO Y DOBLE CRIMEN EN VILLA LUZURIAGA
El mecánico había recibido prestados 50 mil pesos para comprar dólares. Descartan un robo al voleo. El mecánico conocía a sus victimarios. Los mataron de un tiro en la nuca. Hay un detenido.
Un mecánico y una empleada suya fueron hallados asesinados de un disparo en la nuca en su casa de Villa Luzuriaga, partido de La Matanza. El doble crimen lleva marcas sugestivas que no permiten a los investigadores cerrarlo con la hipótesis del robo al voleo. La falta de 50 mil pesos que el mecánico de motos, Ariel Morfú, tenía en su casa para “hacer un negocio comprando dólares”, es lo que llama la atención, además de que la puerta no fue violentada y en el bolsillo del mecánico encontraron cinco mil pesos y otros ocho mil en la mesa de luz. Tampoco parecía que faltaran electrodomésticos. Anoche la policía detuvo como sospechoso a un hombre con antecedentes penales y relacionado comercialmente con la víctima.
Los cuerpos de Ariel Gonzalo Morfú, de 29 años, y su empleada, María Lizarraga, de 28, fueron hallados el martes por la noche, juntos, en el patio trasero de la vivienda, boca abajo y ambos con un disparo en la nuca. Según declaró el subsecretario de Política Criminal bonaerense, César Albarracín, “se presume que hubo un ingreso consentido de los autores del hecho” y agregó que “no se advirtieron signos de violencia en la puerta de ingreso de la casa –de Lartigau al 2900, casi esquina Santamarina, en Villa Luzuriaga– ni desorden en su interior. Tampoco se ven signos de defensa por parte de las víctimas”, sostuvo.
Según se desprende de los peritajes, tanto Morfú como Lizarraga fueron obligados a colocarse de rodillas y recibieron un disparo en la nuca cada uno, limpio, que hace pensar a los investigadores en la participación de un killer o más. El arma, aparentemente la misma utilizada para acabar con la vida de ambos, es una pistola 9 milímetros, ya que junto a los cuerpos fueron halladas dos vainas de ese calibre.
Morfú se dedicaba a la mecánica, y estaba a punto de abrir a pocas cuadras de su casa un taller de caños de escape para motos. Según relató su padre a los investigadores, le había prestado a su hijo 50 mil pesos porque el mecánico le había dicho que pensaba hacer un “buen negocio” comprando dólares baratos. Precisamente ése es el monto de dinero faltante. Los investigadores intentan averiguar si ya había realizado el cambio, si lo pensaba hacer y si fueron los asesinos quienes supuestamente debían aportar los dólares.
Los vecinos dijeron que entre las 19 y 19.30 del martes escucharon disparos en la casa de Lartigau al 2900. Minutos antes, la pequeña hija de Morfú, de 5 años, fue enviada por su padre a comprar alfajorcitos al almacén de enfrente de la casa, y suponen que la envió el padre para sacarla del medio. “Todavía no lo tenemos claro, pero creemos que fue el mismo padre quien al ver la llegada de los asesinos o sabiendo que iba a ser visitado por gente peligrosa, puso a salvo a su hija y mandó a la nena al comercio”, agregó un investigador. Ahora se intenta, a través de especialistas, saber qué datos puede aportar la nena de interés para el caso.
También, los vecinos dijeron haber visto una moto y otro vehículo, aunque no está claro si en ellos se trasladaron los killers. Los vehículos no fueron hallados, pero se investiga si se trata de los mismos delincuentes que momentos antes le habían robado un Volkswagen Bora a un mecánico que trabaja con Morfú en su taller mecánico.
Cuando la policía llegó a la escena del crimen, avisada por los vecinos, encontró a la perra Rottweiler junto al cuerpo del mecánico y en un primer momento creyeron que también había sido herida. Pero luego comprendieron que se había quedado custodiando a su amo, por lo que llamaron a un veterinario para poder sedarla y retirarla del lugar para iniciar los peritajes.
Ahora los fiscales José Luis Maroto y Carlos Arribas, de la Fiscalía de La Matanza, intentan determinar si los asesinos robaron ese dinero, si Morfú ya había comprado los dólares y si alguna otra persona, que pudo haber actuado como “entregador”, sabía de esa transacción. La hipótesis del doble crimen de Villa Luzuriaga por el momento está lejos de alimentar la ola de inseguridad, porque la hipótesis principal gira alrededor del dinero prestado por el padre y prácticamente descarta un robo al voleo, además de que no se encontraron signos de violencia en las cerraduras, en la casa había electrodomésticos, cuatriciclos, motos de agua y hasta una camioneta 4x4 Dodge RAM, que los delincuentes no robaron.
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