A partir de junio, la ciudad de Buenos Aires le pagará a la Ceamse un 35 por ciento más por la disposición de los residuos que generan los porteños. Es la consecuencia de la directiva que veinticuatro horas antes impartió, públicamente, la presidenta Cristina Kirchner, cuando pidió que la ciudad “pague lo que tenga que pagar” por sus desechos, ya que la planta de relleno sanitario “está literalmente exhausta” y “se paga muy poco”. A partir del primer día de junio, el organismo priorizará la asignación de espacio en el relleno Norte III a la disposición de residuos provenientes de los municipios del conurbano bonaerense. Hoy ese relleno recibe un promedio de 5500 toneladas diarias de residuos provenientes del territorio porteño y 17 mil toneladas de 33 municipios del Gran Buenos Aires.

El presidente de la Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), Raúl de Elizalde, dio a conocer un comunicado en el que sostiene que “atento a la crítica disponibilidad de espacio para continuar con la recepción y disposición” de la basura, verificándose un notorio crecimiento de los tonelajes enviados por la Ciudad, se resolvió “priorizar la asignación de los espacios remanentes para la disposición de residuos originados en los municipios del conurbano bonaerense”.

De Elizalde, quien representa a la provincia de Buenos Aires en el organismo –que también integra la ciudad–, exigió además a las autoridades porteñas la “inmediata ejecución de un programa que, en el marco de la Ley de Basura Cero, asegure una disminución efectiva de los residuos enviados por la Ciudad a territorio provincial de un 50 por ciento en el plazo de 30 meses”. “Dicho programa deberá garantizar que en el plazo de 60 meses, sólo sean remitidos a nuestros Complejos Ambientales, residuos de la ciudad de Buenos Aires siempre que hubieran sido previamente tratados”, dispuso el titular de la Ceamse.

Es que la Ciudad, lejos de cumplir con la ley que apuntaba a reducir el volumen de basura a enterrar en rellenos sanitarios, los ha aumentado año tras año: en 2010 enviaron 2.110.122 millones de toneladas y en 2011 se destinaron 2.277.772 millones. Un 8 por ciento más. A ese ritmo, al relleno Norte III no le quedan más de dos años de vida útil, aseguró a este diario una fuente de la Ceamse.

El ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, se quejó públicamente por las declaraciones de la Presidenta, al asegurar que “la Ciudad paga 50 dólares por tonelada” dispuesta en el relleno, “el doble que los municipios de la provincia”. Anunció que en poco tiempo la Ciudad inaugurará “una planta de tratamiento que permitirá recuperar 1000 toneladas de basura por día”, es decir casi un 20 por ciento de lo que hoy se entierra. Esa planta no estará en la ciudad, sino en José León Suárez, provincia de Buenos Aires.

Consuelo Bilbao, coordinadora de Greenpeace, estimó que ese tipo de plantas, en realidad, no permiten recuperar más del 10 por ciento de la basura si no hay separación en origen. Y cuestionó las políticas del gobierno porteño que “no terminan de implementar la doble contenerización que anunciaron, para separar elementos reciclables”.

El debate generó repercusiones en la Legislatura porteña. La diputada María Elena Naddeo (Frente Progresista Popular) exigió a la gestión de Mauricio Macri que “se haga cargo de la aplicación de la Ley de Basura Cero” y cuestionó el gasto en recolección, que supera los dos millones y medio de pesos, medio millón más que en 2011, lo que implica “un aumento del 33 por ciento, mientras que la Ciudad está cada vez más sucia”.

En tanto, la legisladora Claudia Neira (Buenos Aires para Todos) pidió informes sobre un supuesto principio de acuerdo entre (el líder camionero Hugo) Moyano y Macri para que la Ciudad asuma un porcentaje de la deuda que las empresas recolectoras tienen con los trabajadores.