El subsecretario de Planificación Sanitaria de la Ciudad, Néstor Pérez Baliño, se instaló desde el jueves en el despacho de la dirección del Hospital Borda por directivas del jefe y la vicejefa de Gobierno, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Se mudó allí, explicó, para “ayudar al director en el seguimiento” de un nuevo plan de obras de infraestructura que él mismo anunció al personal de ese centro de salud el viernes pasado. Las diputadas porteñas María Elena Naddeo, del Frente Progresista y Popular, y Virginia González Gass, de Proyecto Sur, propusieron que se cree una comisión de monitoreo de ese proyecto en la Legislatura de la Ciudad, con participación de los trabajadores.

Es que el movimiento del Ejecutivo porteño se produce tras una fuerte manifestación de los trabajadores en rechazo de una gestión de Vidal, quien había propuesto que, a cambio de un acuerdo de los gremios a la construcción de un Centro Cívico en terrenos del neuropsiquiátrico, se harían los trabajos de refacción que estaban pendientes, entre ellos, la conexión del gas a un sector del hospital. Las negociaciones fueron difundidas el miércoles de la semana pasada, durante una recorrida que encabezó la diputada Gabriela Alegre (FpV).

“Las negociaciones de Vidal generaron un profundo desacuerdo en la base de los trabajadores”, explicó a este diario Naddeo, que participó de la asamblea realizada ayer por el personal del hospital. En la reunión, contó, “se volvió a rechazar de plano la construcción del Centro Cívico”, que implica la entrega de una hectárea y media del predio, donde se encuentra uno de los talleres protegidos. “Se trata de una obra faraónica que, para financiarla, requiera la venta del Edificio del Plata, ubicado sobre la 9 de Julio. Claro que para eso, Macri necesita la aprobación de la Legislatura.” Para la legisladora, la presencia de Pérez Baliño es “una intervención encubierta destinada a destrabar el rechazo de los trabajadores que ven que se les quiere construir un edificio de 280 millones de pesos, mientras los pacientes sufren el frío”.

El plan de modernización de infraestructura del hospital que presentó Pérez Baliño propone que en dos años se complete la red de gas, se amplíen los baños en las salas laterales del salón central y se mejore la calidad de la comida para los pacientes. El texto, además, niega que la Subsecretaría de Planificación esté asociada a construcción alguna de un centro cívico, proyecto anunciado por Macri, que busca edificar una nueva sede para la Jefatura de Gobierno y cinco ministerios.

El viernes, tras anunciar el nuevo plan e instalarse en el despacho de la dirección, Pérez Baliño fue obligado a retirarse por el grupo de trabajadores. “Hubo un malentendido, había una desinformación de que llegaba una intervención del hospital, lo que quiero que se desmienta, porque la directiva que recibí del jefe y la vicejefa de Gobierno es que ayude al director (Ricardo Picasso) a poner a punto el Borda; estando yo ahí evitamos muchos pasos administrativos”, señaló el subsecretario.

“Actualmente –siguió–, hay 130 de los 750 pacientes internados que están en salas sin gas; en los próximos días vamos a colocar treinta splits frío/calor para que los pacientes no pasen frío”, prometió Pérez Baliño e insistió en que las obras “no implicarán un achicamiento del Borda, en el marco de salud mental, sino que tienen que ver con la modernización de su funcionamiento”. Para eso, “el Gobierno hizo una inversión inicial de 15 millones de pesos, y destinaremos 17 millones en 2012 y otro tanto para 2013”.

Bajo las banderas de “Soluciones ya. Arreglo del hospital” y “No al cierre”, los trabajadores resolvieron convocar para mañana una asamblea general con todos los gremios, donde votarán a sus representantes en una comisión de seguimiento de obras en el centro de salud y buscarán declarar persona no grata a Pérez Baliño.

Informe: Rocío Magnani.