La empresa de colectivos General Tomás Guido presentó la quiebra y las ocho líneas de transporte público a su cargo, que recorren la Capital Federal y el conurbano bonaerense, no funcionan desde comienzos del fin de semana, según confirmaron los trabajadores de la compañía, que reclamaron una solución a su situación laboral.

Los servicios de las líneas 9, 84, 271, 299, 373, 384, 505 y 507 se encuentran interrumpidos desde el sábado, luego de la medida adoptada por los propietarios de la compañía, cuya creación se remonta a la década del ’60. Ayer, los trabajadores realizaron asambleas en las terminales de transporte, entre ellas la correspondiente a la línea 84, en Lanús.

Rubén Touseda, delegado de la línea 299, dijo que se trató de un “boicot” y negó que los trabajadores se encontraran llevando adelante “un paro”. “Cuando esté depositada la plata, todos los compañeros van a salir. Mientras tanto, nos quedaremos acá”, advirtió.

Durante el fin de semana los usuarios de las líneas afectadas reportaron por medio de las redes sociales la paralización del servicio de transporte. Según fuentes gremiales, los propietarios de Tomás Guido adujeron una deuda en el pago de los subsidios por el servicio para determinar la quiebra. El 22 de marzo, los trabajadores de la línea 25, también perteneciente a la compañía, habían informado que la empresa no permitía la circulación de las unidades en su recorrido entre la estación Sáenz Peña, en José Ingenieros, y el barrio de La Boca. En su momento, los delegados gremiales dijeron que la línea contaba sólo con diez colectivos habilitados para circular y plantearon su reclamo en el Ministerio de Trabajo de la Nación.

El futuro de las líneas 9 y 84 será determinado por la Comisión Nacional de Registro de Transportes (CNRT), en tanto que el de los servicios de colectivos 271, 299, 373 y 384 debe ser definido por la Dirección General de Transporte bonaerense, por recorrer parte del conurbano. Las comunas de Almirante Brown y Avellaneda resolverán sobre el 505 y el 507.