Carlos Carrascosa, el único detenido por el crimen de María Marta García Belsunce, será careado hoy con los tres testigos que derribaron su coartada, al afirmar que lo vieron en un lugar distinto del que dijo haber estado cuando fue asesinada su mujer. Los careos fueron ordenados por el juez de Garantías, Diego Barroetaveña, a pedido de la defensa del imputado.
Carrascosa, detenido por la autoría del crimen de María Marta, contrastará sus dichos con los de la mucama Catalina Vargas, la concesionaria del club house del country Carmel, Alba Benítez, y el mozo Ricardo Orbendorfer. Los dichos de los tres testigos durante la pesquisa fueron claves para que el fiscal Diego Molina Pico fundamentara su pedido de detención.
Vargas, Benítez y Orbendorfer complicaron la situación del viudo al situarlo en un lugar distinto del que dijo haber estado la tarde del 27 de octubre último, cuando María Marta fue asesinada de cinco balazos en la cabeza. La concesionaria y el mozo aseguraron que el esposo de la víctima estuvo en el club house del country, mientras que la mucama, empleada de la hermanastra de María Marta, Irene Hurtig, dijo que no vio a Carrascosa en esa casa, como él había asegurado ante la Justicia. A pedido de los abogados de Carrascosa, el juez Barroetaveña estará presente en los careos para brindar mayores garantías al trámite.
Para esta semana se aguarda además que los abogados de Carrascosa reciban un informe de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense respecto de los patrones genéticos encontrados en la escena del crimen, que corresponderían a dos mujeres -una de ellas, la víctima– y dos hombres.
Luego de ese trámite, el fiscal Molina Pico dispondrá fecha y hora para que Carrascosa y otros ocho familiares y vecinos de la víctima sean sometidos a una extracción de sangre para comparar sus patrones genéticos con los hallados en la escena del crimen. La extracción fue ordenada el jueves último por el juez Barroetaveña.