Martes, 19 de junio de 2012 | Hoy
SOCIEDAD › SE SUICIDó EN LA CáRCEL EL JOVEN JUZGADO POR LA VIOLACIóN Y MUERTE DE SOLEDAD CARLINO
Javier Otero estaba preso en la cárcel de Melchor Romero. Ayer apareció ahorcado con una sábana. El jueves terminaba el juicio por el asesinato de su novia y todo indicaba que iba a ser condenado. Estaba acusado también por otros dos hechos similares.
Por Carlos Rodríguez
A tres días de la sentencia, que todas las partes descontaban que iba a ser condenatoria, fue hallado muerto en su celda Javier Horacio Otero (33), imputado por los delitos de privación ilegal de la libertad, violación y homicidio agravados –más robo–, en perjuicio de María Soledad Carlino (23). “Tenemos sensaciones encontradas. Por un lado pensamos que, con su muerte, de alguna manera todo terminó; pero al mismo tiempo sabemos que el dolor no se irá nunca y que al menos queríamos que llegara el jueves para escuchar la sentencia y que lo condenaran a reclusión perpetua.” Con un tono de voz que expresaba una mezcla de desazón e incertidumbre, Daniel Carlino se comunicó ayer antes del mediodía con Página/12 para anunciar la novedad: la causa por el femicidio de su hija María Soledad será cerrada por fallecimiento del único acusado. La novedad se produjo el mismo día en que este diario publicó una entrevista a Daniel y Esther Carlino, los padres de la víctima, donde decían que esperaban una dura condena. Sobre la muerte de Otero, ocurrida en su celda de la unidad 34 (para presos con problemas psiquiátricos) de Melchor Romero, a nivel judicial, del Servicio Penitenciario Bonaerense y del defensor de Otero, se descuenta que fue un suicidio, pero hoy se hará la autopsia que ratificaría la hipótesis.
“Es un cobarde, una basura total.” Daniel Carlino, un hombre tranquilo que recién en estos días, en coincidencia con la realización del juicio oral, había salido a hacer declaraciones en los medios, por momentos se refiere a Otero con palabras duras. “Es que a veces sentimos que el corazón nos palpita y nos hierve la sangre”, se justifica. “Nos demostró que es un cobarde, que no quiso escuchar la sentencia ni afrontar los otros dos juicios que tenía para más adelante, por otros dos casos similares”, insiste Daniel Carlino. La joven María Soledad, que trabajaba como promotora en el shopping Norcenter, fue asesinada el 23 de febrero de 2011. Su cuerpo desnudo, envuelto en sábanas, fue hallado debajo de la cama de Otero, en su casa de la localidad bonaerense de Sáenz Peña.
Después se supo que, en diciembre de 2010, Otero había sido acusado por su ex novia –su nombre se mantiene en reserva– de violación e intento de homicidio. Según la denuncia, que fue expuesta también en el juicio oral por Carlino, Otero había golpeado a la chica hasta hacerla desvanecer. Cuando ella despertó, él la estaba violando. La reacción de Otero se debió a que la chica quería terminar con la relación.
La trilogía criminal que debía afrontar el imputado se completa con la violación y el homicidio de la abogada Stella Maris Contreras, ocurrido once días ante del asesinato de María Soledad. Los Carlino acusan al juez de la Capital Federal Eliseo Otero, por “haber dejado libre a Javier Otero en diciembre de 2010; si hubiera ido preso entonces, cuando lo denunció su ex novia, nuestra hija y la abogada estarían vivas”, repiten una y otra vez Daniel y Esther Carlino.
El papá de María Soledad expresa su desconsuelo: “Esto que nos pasó nunca lo vamos a poder superar. La condena a perpetua era apenas una pequeña reparación, pero nos quedamos sin nada”. El miércoles de la semana pasada, cuando se leyeron los alegatos y la fiscal Beatriz Molinelli pidió reclusión perpetua para Otero, Daniel agredió en forma verbal al imputado. “No pude contenerme”, admite.
El fiscal de La Plata, Fernando Cartasegna, quien investiga la muerte de Otero, confirmó ayer que, “en principio, la causa quedó caratulada como averiguación de causales de muerte”. El fiscal platense aseguró que por ahora “todo parece indicar que fue un suicidio”. El detenido apareció ahorcado. Se había atado al cuello unas sábanas de las que se había colgado. La autopsia será hecha por peritos de la Justicia platense, sin intervención de la policía. El fiscal comentó que si bien “no hay nada que despierte sospechas que señalen que esto no fue un suicidio, de todas maneras la autopsia tiene que realizarse”.
Cartasegna informó que después de la autopsia “se harán pericias complementarias para analizar la sangre, para ver la piel y para determinar si consumió algún tipo de sustancia”. También se harán peritajes sobre las características del lazo que había en uno de los extremos de la sábana que Otero tenía atada al cuello. Lo que se busca determinar es “si hubo intervención directa de terceros o algún tipo de ayuda” para el imputado que apareció muerto en su celda.
Lo que hay que determinar, también, es “cuál era la situación psicológica en la que se encontraba el detenido, teniendo en cuenta que estaba próxima a producirse la sentencia en su caso”, explicó el fiscal. “Es posible que haya estado deprimido”, estimó Cartasegna. Está confirmado que Otero, en algún momento, siguió un tratamiento psiquiátrico, pero lo que no se sabe es si lo había continuado hasta el día de su muerte.
El abogado Guillermo Romero, uno de los dos defensores de Otero, confirmó ayer que “aparentemente se suicidó por ahorcamiento. Lo encontraron los guardias en su lugar de detención”. Voceros del Servicio Penitenciario Bonaerense dijeron también que fue un suicidio ocurrido en horas de la madrugada. Las otras dos causas que tenía en su contra el imputado Otero se iban a juzgar por separado, en otros dos juicios orales que se iban a realizar antes de la finalización del año en curso. Ahora, esas dos causas serán también cerradas por la muerte del acusado.
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