SOCIEDAD › LLEGO PRESO AL JUICIO POR LA DESAPARICION DE SU NOVIA Y TERMINO EXCULPADO
Un hombre que estuvo detenido un año y medio por la desaparición de su novia fue liberado en medio del juicio oral porque no había pruebas para continuar la acusación. Ni siquiera se sabe si la mujer está muerta. Culpan a la mala investigación policial.
Hugo Fabián Alfonso, un remisero de 40 años, fue liberado ayer por “falta de pruebas” en la causa que investiga la desaparición de quien fuera su novia, Natalia Da Rosa, de 26. De la víctima, que fue vista por última vez en febrero de 2010, sólo se conserva la mano izquierda, con un solo dedo, que fue encontrada en un descampado en el partido bonaerense de Merlo. “Los peritos explicaron en el juicio que no se pudo determinar si la amputación de la mano fue en vida o posmortem. Todos, incluso esta defensa, creemos que fue asesinada, pero la mano amputada por sí sola no da certeza de ello”, observó ayer el abogado Miguel Racanelli. Alfonso, quien pasó un año y siete meses preso, aseguró que Da Rosa era una usuaria problemática de cocaína que había denunciado a un importante dealer de la zona. “Pero nunca se investigó esa pista”, aseguró Racanelli.
Da Rosa trabajaba en la estación de trenes de Morón y llevaba tres años de una relación tormentosa con su pareja, según afirmaron varios amigos y familiares. Ambos tuvieron una hija. Aunque se estima que desapareció a fines de febrero de 2010, la denuncia por averiguación de paradero fue hecha dos semanas después, el 10 de marzo, por su madrastra, Alicia Angélica González. La mano mutilada fue encontrada por tres chicos que jugaban a la pelota en un descampado en Merlo el 28 de febrero; sin embargo, fue incorporada a la causa varios meses después.
El primer fiscal que intervino fue Andrés de los Santos, quien pidió licencia. El expediente judicial pasó entonces a la fiscal Adriana Suárez Corripio, quien pidió el allanamiento a la casa de Alfonso, donde levantó varios rastros de sangre, y los autos del sospechoso y de su hermana Gisela, quien también estuvo detenida y luego liberada por falta de mérito, aunque los investigadores sospechaban que podría haber ayudado a Hugo Fabián Alfonso a hacer desaparecer el cuerpo de Da Rosa. En el auto de ella habían aparecido manchas de sangre.
Según informó Racanelli, las manchas en el vehículo de Gisela Alfonso son de una perra de ella. De las 26 muestras levantadas tardíamente en la casa del sospechoso, agregó, sólo una dio positivo al reactivo Luminol. “Pero en el juicio quedó claro que la única manchita de sangre humana que encontraron estaba en una pared, parecía de un mosquito aplastado y era de un perfil genético masculino, no de la víctima”, explicó el abogado defensor, quien responsabilizó “a la policía” y a Suárez Corripio por la mala investigación que derivó en la detención de su cliente.
El juicio comenzó el lunes pasado y no había llegado a la etapa de alegatos, cuando Gabriel Sotelo, fiscal ante el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de Morón, decidió retirar las acusaciones de Alfonso y su hermana por las deficiencias de la instrucción del caso. “En el curso del debate, la prueba se había vuelto muy endeble como para continuar”, dijo a este diario el jefe de los fiscales de Morón, Federico Nieva Woodgate. Alfonso recuperó la libertad ayer al mediodía, por disposición de los jueces Andrea Bearzi, Alejandro Rodríguez Rey y Marcos Javier Lisa.
Según Racanelli, durante el debate oral, la madre biológica de la víctima contó que ésta había denunciado a un vendedor que solía proveerle cocaína, y cuyo apodo es El Francés. El acusado, llamado Jean Manuel Riquelme, fue detenido en España bajo la sospecha de ser uno de los responsables del envío de 1100 kilos de cocaína a ese país en 2008, camuflados en césped sintético. El operativo en el que se hizo ese decomiso fue bautizado Estadio 99 y El Francés fue extraditado en 2009. Racanelli deslizó la posibilidad de que la víctima haya sido una testigo encubierta.
“Si no hay información sobre esa causa por narcotráfico es porque debe estar en algún expediente reservado. Y es la Justicia la que tiene que investigar esa hipótesis, que también fue mencionada por mi defendido”, señaló Racanelli. Al principio de la causa, Alfonso dijo que creía que su mujer lo había abandonado por sus problemas de adicción a las drogas, luego su abogado sugirió que ella se prostituía para comprar cocaína. Racanelli adelantó que iniciará una demanda al Estado por daños y perjuicios.
“Alfonso tenía una agencia de remises cuando lo metieron preso y lo perdió todo”, aseguró este abogado.
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