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El 75 por ciento de los medios gráficos del país no publica clasificados vinculados con la oferta de sexo. Y de los que siguen infringiendo el decreto que los prohibió, sólo cinco concentran el 81 por ciento de los anuncios. Los números fueron dados a conocer ayer por el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, y la coordinadora de la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual, Chantal Stevens, al cumplirse un año de la vigencia de la normativa. Alak destacó el “alto grado de acatamiento” del decreto 936/11, y consideró que los datos suponen “un paso gigantesco contra la doble moral y la hipocresía de quienes condenan la trata pero, al mismo tiempo, son vehículos de las organizaciones criminales que convierten a mujeres, niñas y niños en mercancías”.

El único diario que hasta ahora fue sancionado con una multa –tal como informó oportunamente Página/12– fue al diario Clarín, que deberá pagar 362.534,40 pesos por incluir en sus clasificados anuncios que “hacen explícita o implícita referencia a la solicitud de personas destinadas al comercio sexual”. Hasta ahora, confirmó Stevens, no concretó el pago. La funcionaria adelantó que el Gobierno recurrirá a la Justicia para que cumpla con la penalización impuesta, que se le aplicó después de un largo proceso de intimaciones desoídas por el medio. Clarín “sigue facturando un promedio de un millón de pesos por mes gracias a los clasificados de oferta sexual”, confirmó.

Alak subrayó que “la trata de personas es una forma de esclavitud que persiste en el mundo y se replica en la Argentina, donde en pocos meses se van a cumplir dos siglos de la abolición de ese flagelo por la Asamblea del Año XIII, y es el tercer mayor negocio, en términos de recaudación, del crimen organizado a nivel mundial”, y advirtió acerca de la existencia de “un núcleo duro (de medios) que sigue publicando avisos de oferta sexual pese a haber sido intimado y, en la mayor parte de los casos, tras haber recibido sanciones”.

En doce meses, la Oficina relevó 14.291 ejemplares de 86 medios gráficos diferentes, en los que detectó 245.447 avisos en presunta infracción, y resolvió 37 intimaciones a 28 medios gráficos, que han derivado en 12 sanciones de apercibimiento y la multa monetaria aplicada al diario Clarín.

Los que no publican son los diarios que por decisión propia –como Página/12– o a partir de la medida oficial decidieron retirarlos de sus páginas. Stevens detalló que según datos de mayo último, son 22 los medios que siguen violando la norma. Pero sólo cinco concentran ocho de cada diez de los avisos de oferta sexual o solicitud de personas para comercio sexual. Se trata de “Clarín, La Voz del Interior, La Capital, de Rosario, Río Negro y La Capital, de Mar del Plata”. El diario Río Negro recurrió a la Justicia para seguir publicando estos avisos “y perdió en todas las instancias”, destacó la funcionaria, quien aclaró que “hace tres días decidió no colocar más publicaciones de este tipo”. Alak celebró “la decisión de ese diario, cuya actitud nos sorprendió, ya que su director, Julio Rajneri, fue ministro de Educación durante la presidencia de Raúl Alfonsín, por lo que no se entendía que se resistiera a acatar una decisión tendiente a combatir la explotación de seres humanos”.

El decreto 936/11 fue firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con el fin de “prevenir la trata de personas” y “erradicar paulatinamente los patrones socioculturales que reproducen la desigualdad de género y sostienen o generan violencia contra las mujeres”, entre otros fundamentos.

“Así como el delito de trata va mutando, también lo hacen las formas de captación y, por ende, los avisos”, explicó el ministro Alak. En ese sentido, Stevens mostró algunos clasificados para ejemplificar cómo los avisos de comercio sexual se presentan en la actualidad de manera solapada aludiendo a “masajistas”, “masoterapeutas”, “bailarinas”, “señoritas”, “recepcionistas”, “promotoras” y “solos y solas”.

Stevens confirmó además que se monitorean y sistematizan informaciones sobre sitios web de comercio sexual y también volantes de oferta sexual distribuidos en la vía pública. Al respecto, anticipó que los “próximos pasos se orientarán a la eliminación de los avisos publicados en Internet”.