El Consejo de los Derechos de Niños porteño fue intimado por la separación de siete niños de su familia. Los niños (seis hermanos y su prima), que tienen entre dos y diez años y que vivían en el barrio porteño de Parque Chacabuco, fueron separados de su familia para ser internados en distintas instituciones de albergue, “sin haberse intentado previamente medidas de fortalecimiento familiar o de inclusión en políticas públicas tendientes a evitar una medida tan extrema”, según informó el Equipo Público de Abogados del Niño que depende de la Asesoría General Tutelar (AGT) porteña. Ante esta situación, Beatriz Orlowski (foto), titular del Consejo de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes porteño (CDNNyA) –organismo especializado que articula políticas para el sector– fue intimada “a presentar en un plazo de 48 horas” un informe interdisciplinario pormenorizado que explique los motivos de la medida de separación familiar –que se concretó el pasado 12 de julio– y el porqué de la permanencia de los niños en distintos hogares convivenciales.

“Es claro que en este caso hubo un error de procedimiento por parte del CDNNyA de la Ciudad. Antes de que un menor sea separado de su familia, por el motivo que fuera, psicólogos y trabajadores sociales –que dependen de las defensorías zonales– realizan informes interdisciplinarios para evaluar la situación particular de cada núcleo familiar y así determinar los pasos a seguir. Aquí no se cumplió con lo establecido y no se respetó la Ley nacional de Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes”, explicó a Página/12 una fuente del Equipo Público de Abogados del Niño de la AGT. Esa normativa, que fue promulgada en 2005, consagra el derecho del niño a preservar sus relaciones familiares y a no ser separado de sus padres, salvo que sea necesaria dicha separación por el interés superior del niño.

Según informó a este diario la misma fuente, “los hermanos fueron alojados en tres instituciones diferentes y alejadas entre sí: mientras dos de ellos se encuentran en una institución ubicada en la ciudad, los otros cinco fueron llevados (dos por un lado y tres por otro) a dos instituciones distintas de Longchamps”, ubicadas a 35 kilómetros de la ciudad. “Uno de los niños, de tan sólo cuatro años, fue separado de los brazos de su madre llorando, al efectivizarse la medida en la puerta del establecimiento escolar al que concurre, sin informarle a esta última en ese mismo acto el lugar donde sería traslado su hijo”, agregó.

“Desde el Equipo Público de Abogados del Niño de la AGT denunciamos la vulneración a los derechos de estos niños por parte del Estado de la Ciudad de Buenos Aires, que continúa aplicando medidas de separación familiar como una práctica habitual (y no de última ratio, como exige la ley) que implica para estos hermanos no solamente la separación de sus padres, la interrupción en su vida habitual y su escolaridad, sino también el distanciamiento y el desarraigo entre sí”, afirmó la letrada.

Por su parte, Laura Musa, la asesora general tutelar, señaló a este diario que éste “es un caso muy triste, donde se pierden los vínculos y se genera una situación traumática en los hermanos que han sido separados”. Además comentó que “estos siete niños fueron llevados a instituciones tercerizadas que funcionan en la provincia de Buenos, lo que complicará en mayor medida la posibilidad de que los chicos se revinculen”. “Tomó parte el Cuerpo de Abogados del Niño de la AGT para representar y garantizar, en el debido proceso, el punto de vista de los niños separados”, dijo Musa.

Informe: Sabrina Améndola