La policía atrapó a un sospechoso del crimen de Lucila Yaconi, la chica de 16 años que fue asesinada a fines de abril a la vera de las vías del ferrocarril Mitre, en el barrio porteño de Núñez. Se trata de un hombre joven, sindicado por una vecina como el autor del hecho, que permanece detenido desde hace una semana a la espera de que estén los resultados de los estudios de ADN que se le realizaron. Si su sangre llega a arrojar un patrón genéticamente compatible con el del semen encontrado en el cuerpo de Lucila luego del asesinato, sería imputado del homicidio.
En medio del hermetismo que rodea la investigación por el crimen de la adolescente, ayer se supo que en el transcurso de la última semana efectivos de la comisaría 35ª lograron dar con el paradero de uno de los principales sospechosos del caso, quien se encuentra detenido desde entonces. El hombre, un muchacho joven, “marginal”, según el relato de los investigadores, había sido visto por una vecina en el lugar del hecho la misma noche del crimen, pero pasaron algunos días hasta que la testigo se animó a hablar. Después de esto, nada más se sabe sobre el sospechoso, a excepción del hecho de que Lucila no lo conocía. “No había ninguna relación entre este muchacho y Lucila, ni siquiera se conocían. Si él es culpable podemos decir que su víctima fue ella como podría haber sido cualquier otra que pasara por allí”, explicó una fuente policial.
Ahora, los investigadores esperan los resultados de los exámenes de ADN que se le practicaron al sospechoso. Con ellos en la mano se podrá determinar fehacientemente si su patrón genético es compatible con el del semen encontrado en la zona genital y en las ropas de Lucila –la joven no llegó a ser violada, aunque si sufrió un ataque sexual– y, por tanto, confirmar la presencia de este hombre en el lugar del crimen, con lo que sólo quedaría un paso para que sea imputado como el autor material del hecho.
“Todavía tendremos que esperar algunos días para saber la verdad”, sostuvo uno de los investigadores, quien aclaró que esta no es la primera vez que se realiza un examen genético a un sospechoso del caso. Hace unas semanas, el empleado del taller de reparación de ascensores que había denunciado el hecho a la policía también tuvo que pasar por esa prueba a pedido del fiscal José María Campagnoli. En aquella oportunidad el resultado fue negativo.