La Cámara del Crimen de la ciudad cordobesa de Villa Dolores condenó ayer a cinco años de prisión a Javier David Díaz, un preceptor de 37 años que el 1º de enero de 2011 raptó a una alumna de 15 años, y cuatro días más tarde fue encontrado junto a la chica en una cabaña de la localidad de Achiras, en el sur cordobés.

El juez Mario Morán, a cargo del tribunal unipersonal donde se llevó adelante el juicio, declaró a Díaz “autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima, agravado por ser el autor encargado de la educación de la víctima”. Además, la Justicia lo inhabilitó por cinco años para ejercer cargos públicos relacionados con la educación.

La Fiscalía, a cargo de José Cerione y Sergio Cuello, había solicitado seis años de prisión para el imputado, mientras que el defensor, Carlos Hairabedian, había pedido la absolución del preceptor, tras poner en duda la figura de “inmadurez sexual” en una menor de 15 años. Además, el letrado había expuesto que “la niña no ha sufrido ningún tipo de afectación en su vida. Sigue siendo muy buena alumna y ha restablecido su situación sentimental con un muchacho de su edad”.

En el juicio –que comenzó el 1º de agosto– declararon familiares de la víctima, la directora de la escuela Vélez Sarsfield, la inspectora de Zona Educativa de la región y la jefa del Servicio de Psicología Forense Penal del Poder Judicial de la Provincia, quien había sido la primera en entrevistar a la joven de 15 años tras ser rescatada. Ayer, durante la lectura de la sentencia, el imputado se mostró abatido y sus últimas palabras fueron que “estaba profundamente enamorado de la niña y que le tenía un gran respeto”, comentó su abogado defensor.

La relación amorosa entre Díaz y la chica había comenzado en 2009, en la Escuela Normal Vélez Sarsfield de Villa Dolores, cuando ella tenía 13 años y acababa de perder a su madre, y él era su preceptor. Un año más tarde, la familia advirtió el vínculo cuando Díaz comenzó a realizarle obsequios a la adolescente, incluyendo un costoso celular y una cadenita. Unos meses antes del rapto, la menor había admitido que salía con su preceptor, aunque había señalado que “terminaría la relación”. Cuando Juan Carlos Sosa –el padre de la adolescente– descubrió que su hija mantenía una relación amorosa con Díaz decidió ir a hablar con él y le pidió que se alejara de su hija porque si no iba a denunciarlo.

El 1º de enero de 2011, la adolescente huyó con el preceptor. Horas después, Sosa denunció que su hija había escapado con rumbo desconocido, tras simular que se iba a dormir en plena celebración del Año Nuevo. La policía desplegó un operativo en toda la provincia y Díaz fue detenido el 5 de enero en Achiras.