A cuatro días del intenso temporal que provocó la crecida de varios ríos y arroyos bonaerenses, unos 200 vecinos de la ciudad de Luján permanecían ayer evacuados en tres centros asistenciales locales, mientras que otros 400 se autoevacuaron y se dirigieron hacia casas de amigos o familiares por la crecida del río, que alcanzó un nivel de 5,12 metros, aunque luego del mediodía empezaba a disminuir su caudal a razón de dos centímetros por hora, por lo que la situación se estaría normalizando en los próximos días. “Aunque el agua entró en la cripta de la Basílica, no comprometió el patrimonio religioso”, dijo el párroco rector de la Basílica de Luján, José Gabriel Blanshud. En La Matanza, 3394 damnificados todavía se encontraban en los centros de evacuación dispuestos por el municipio. En Navarro –donde el desborde de la laguna afectó a más de dos mil personas– “el agua bajó significativamente y quedan unos 400 evacuados en el distrito”, según indicó el intendente Santiago Maggiotti.

La avenida Nuestra Señora de Luján, la principal de la ciudad, permanecía cubierta en forma total por el agua en el tramo situado a unos 100 metros de la catedral, en el punto más alto del partido. Además continuaban anegadas casi todas las calles del barrio Padre Varela. Sin embargo, en las últimas horas de ayer el agua comenzaba a ceder. “Queremos llevar tranquilidad a todas las familias de Luján y decirles que el río está bajando y desde el municipio estimamos que en 48 o 72 horas llegaremos a un nivel aceptable de su cauce y las familias podrían ir regresando lentamente a sus hogares”, dijo Néstor Luciani, secretario de Gobierno de Luján. “Las zonas más afectadas por este fenómeno son los barrios Olivera y Jáuregui, y los evacuados están alojados en el Centro de Integración Comunitaria del barrio San Fermín, en el polideportivo municipal y en una escuela”, añadió.

En La Matanza, “más de mil vecinos ya regresaron a sus hogares, mientras que otros 3394 aún están evacuados y cuentan con atención médica, ropa, calzado y comida en los 17 centros que aún quedan abiertos en el distrito”, informaron fuentes municipales. “Los arroyos que habían colapsado ya se encuentran en su cauce natural, mientras que el río Matanza continúa bajando su caudal y se espera que de la manera más rápida posible las familias puedan retornar a sus hogares”, agregaron.

En la localidad de Navarro “hay unos 400 evacuados, ya que la laguna bajó unos 30 centímetros a partir de la mañana (de ayer) y se encuentra a un metro sobre su nivel”. “Unas 50 personas ya pudieron volver a sus hogares y estamos realizando trabajos de limpieza y evaluación de los daños materiales con cada una de las familias”, añadió el jefe comunal.

Además, un chico de 14 años que juntaba cartones murió en Pilar al recibir una descarga eléctrica cuando el carrito que tiraba tocó un cable de luz caído por el temporal.