El director de la escuela primaria Juana Azurduy de Padilla, de Los Amores, Marcelo Matos, no comprende el revuelo nacional que se armó por el video de un acto escolar del 9 de Julio. El docente subraya una y otra vez que la obra de teatro –llamada La que no podía ahorrar– no tuvo “ninguna intencionalidad política” y que su impulsor, el docente de 2º grado, “no es militante de ninguna agrupación”. La difusión en Internet de un video en el que niños de siete años remedan una novela mexicana con una villana que organiza cacerolazos y critica a la presidenta por defender a los pobres generó un escándalo por presunto “adoctrinamiento infantil”. La ministra de Educación de Santa Fe, Letizia Mengarelli, inició una investigación por el hecho. Aníbal Fernández dijo que “no es saludable porque los niños no saben de qué se trata”.

Los Amores es una localidad de 3000 habitantes ubicada en la Cuña Boscosa, en las tierras que hasta 1963 ocupó La Forestal. Distante sólo once kilómetros de la provincia del Chaco, el pueblo que estuvo a punto de rematarse en 2004. “Ahora ese problema está solucionado”, dijo ayer el director interino de la escuela, que ocupa el cargo desde marzo. Los 280 alumnos son hijos de peones rurales y empleados públicos, como así también de los propietarios de campos que se dedican a la ganadería.

El video muestra a una niña caracterizada como villana, que cuestiona a la presidenta porque no puede ahorrar en dólares, al tiempo que presiona a su hermana para engañar a un hombre y sacarle dinero. La escena más fuerte es el asesinato de la “mala” tras un forcejeo, y la moraleja, leída por otra alumna. “A Rosaura la mató la ambición, y no pensar en los pobres y no perseguir justicia. Ojo, pueden matar a un país, valoremos lo nuestro y seamos libres de verdad”, dice la nena.

Por su parte, la ministra Mengarelli repudió “los contenidos de ese video porque, como es obvio, no son propios de los niños, no son ellos los autores de este libreto, allí se los induce a interpretar estos personajes que no encarnan valores, sino disvalores. Allí están poniendo en juego a los niños transmitiendo un mensaje que proviene de otro lugar”, señaló la funcionaria.