Una mujer de 83 años y su hijo de 51 fueron muertos a puñaladas y balazos en su casa de las afueras de Chivilcoy. Se investiga si se trató de un intento de robo o si el crimen obedeció a cuestiones personales.

El hecho fue descubierto ayer, en una vivienda ubicada cerca de la ruta 30, en la zona rural de Moquehuá, a unos 30 kilómetros de Chivilcoy. Allí residían Esther Camino, de 83 años, y su hijo Héctor Gáspari, de 51, contratista rural. Madre e hijo vivían solos, pero diariamente recibían la visita de José Gáspari, hermano de Héctor, quien ayer los encontró muertos y avisó a la policía.

Una fuente policial señaló que el personal de la Policía Científica que inspeccionó los cadáveres determinó que Gáspari presentaba heridas de arma blanca y también un disparo de arma de fuego en el hemitórax; la madre había recibido un balazo en la zona pelviana; al igual que en el caso de su hijo, los peritos aún no determinaron el calibre del arma utilizada.

Las fuentes indicaron que ambos cuerpos yacían en la cocina y que en el resto del inmueble no se detectaron a simple vista faltantes de elementos de valor ni ingresos violentados.

Según la fuente, una de las dificultades para la investigación es que la escena del crimen está situada en un lugar alejado, por lo que no habría testigos de lo ocurrido.