SOCIEDAD › FUE ACUSADA POR REGENTEAR PROSTíBULOS EN EL CASO MARITA VERóN
Cuando fue absuelta les sacó la lengua a los periodistas. Ahora está detenida en La Rioja por un caso de narcotráfico.
› Por Carlos Rodríguez
Irma Lidia Medina, la misma que le sacó la lengua a la prensa luego de ser absuelta en la causa por el secuestro y sometimiento a la prostitución de María de los Angeles Verón, fue detenida el viernes en La Rioja, por estar involucrada en la investigación de una causa por tráfico de drogas. Medina, que se hacía llamar Liliana y a quien la prensa de Tucumán hizo conocer como La Gran Madama, estuvo acusada en la causa Marita Verón por ser la “administradora” de los prostíbulos riojanos Candy y Candilejas, donde se cree que estuvo secuestrada la joven desaparecida. Medina, al ser detenida, declaró ante la Justicia federal riojana y aseguró ser “totalmente ajena” al tráfico de drogas, un comercio que suele ser habitual en los lugares manejados por los proxenetas.
La mujer, acusada de trabajar en los prostíbulos riojanos junto con sus hijos, Gonzalo y José Fernando Gómez –también absueltos en la causa Verón–, fue detenida durante un operativo y llevada ante el juez federal de La Rioja Daniel Herrera Piedrabuena, quien dispuso que siga detenida en una cárcel del Servicio Penitenciario provincial. El magistrado tiene ahora diez días para resolver la situación procesal de Medina.
La causa por tráfico de drogas se inició en el mes de julio, cuando la Policía Federal realizó un procedimiento en la terminal de ómnibus de la ciudad de La Rioja. En ese momento, aunque todavía estaba involucrada en el juicio por Marita Verón, la mujer fue detenida por unas horas, junto con otras tres mujeres y un remisero. Esto comenzó a partir de un procedimiento en el cual se secuestraron 74 tizas de cocaína. El peso total de la droga incautada llegaba a los 800 gramos.
La cocaína estaba oculta en una mochila que portaba una joven de 17 años, procedente de Tucumán. Jorge Cáceres, abogado de Medina, declaró ante los periodistas que su representada negó toda relación con el narcotráfico. Según lo dicho por el abogado, la mujer aseguró ante el magistrado riojano que la mochila en cuestión no le pertenecía a ella, sino que era propiedad de una amiga de su hija. Medina, además, juró ante el juez que ella “desconocía totalmente” el contenido de la mochila.
Cáceres, sin profundizar en la acusación que pesa sobre Medina, se limitó a comentar lo que todo el mundo sabe: “El juez tiene tres opciones; en el caso de que tenga prueba suficiente en su contra, procesarla (a su representada); en el caso de que tenga dudas, dictarle la falta de mérito; y en el caso de que entienda que las pruebas no llegan a involucrarla, dictarle el sobreseimiento definitivo”.
La investigación que se realiza ahora en La Rioja tiene los mismos elementos que la causa por la desaparición de Marita Verón, dado que se sigue a un grupo de personas sospechadas de tener relación con el narcotráfico y con la trata de personas. En el juicio por el caso Verón, en varias oportunidades se habló de la íntima relación entre la droga y el sometimiento de mujeres obligadas a ejercer la prostitución. Incluso se dijo que a Marita Verón la tenían dominada bajo los efectos de las drogas. En ese marco, fueron mencionados los hijos de Medina, José Fernando “Chenga” Gómez y Gonzalo “Chenguita” Gómez.
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