En medio de las críticas al gobierno porteño por el cierre de la línea A de subterráneos, la diputada María José Lubertino (FpV) presentó ayer ante la Justicia un recurso de amparo para que se garantice la continuidad del servicio y de los locales comerciales que funcionan en las estaciones de esa línea. También planteó la problemática del destino de los coches, “de un importante valor patrimonial”. “Argumentamos que no es necesaria la interrupción pero, aun cuando la Justicia no lo entienda así, creemos que debe haber un plan de contingencia durante los días que durará la suspensión, que deberá reducirse a la mínima expresión”, le aseguró Lubertino a Página/12. A través de la medida cautelar, la diputada solicitó la habilitación de la feria judicial.

Según anunció el gobierno porteño la semana pasada, la línea A dejará de funcionar partir del próximo sábado y durante 56 días por motivo del plan de obras. Lubertino cuestionó que el gobierno porteño no presentó “ningún plan de contingencia para los días en que la línea no va a funcionar”. “El Gobierno de la Ciudad debe definir a través de qué medio de transporte va a viajar la gente que no va a tener acceso al subte durante casi sesenta días. No presentaron ningún plan para saber si va a haber más frecuencia en las otras líneas de subtes o en los colectivos. No hay previsto nada”, argumentó. “Hicieron un escándalo diciendo que el subte era un servicio esencial y terminan interrumpiendo el servicio durante dos meses por algo que es agarrado de los pelos. Se puede hacer el cambio de los vagones en horario nocturno sin necesidad de interrumpir tantos días el servicio”, consideró.

Con respecto a los locales que funcionan en las estaciones de la línea que une Plaza de Mayo con Carabobo, Lubertino expresó que “comerciantes, canillitas y quiosqueros se ven impactados fuertemente por este tema. Lo que queremos es que haya una compensación económica que debe resolver Metrovías junto con el Gobierno de la Ciudad. Son pequeños comerciantes que viven de su trabajo. No es como dijo Macri, que tienen que negociar con Metrovías para no pagar el alquiler, sino que necesitan una compensación económica”.

La medida cautelar presentada por la diputada será tramitada por el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 7 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de la jueza Lidia Esther Lago. Aunque la presentación de Lubertino fue realizada en el Juzgado Nº 6, Secretaría Nº 12, a cargo de la jueza Patricia López Vergara –que es quien lleva la causa de fondo–, el juzgado a cargo de Lago tomará el caso porque es el que está de turno durante el mes de la feria. La jueza deberá resolver si habilita o no la feria, y en ese caso si hace lugar a las medidas cautelares presentadas. Lubertino también había presentado un recurso de amparo en agosto del año pasado, cuando se produjo el paro de subte de diez días.

Durante las campañas electorales, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, prometió hacer diez kilómetros de subte por cada año de mandato. Al respecto, la legisladora aseguró que “haber hecho obras era hacer los kilómetros que prometió. En cinco años no hizo ni medio kilómetro, aunque prometió cincuenta. Ni siquiera inauguró las cuatro estaciones que eran parte del trabajo hecho por las anteriores administraciones”.

La diputada denunció además que en el gobierno porteño hablan de 55 coches, cuando los relevamientos realizados indican que son 92 las formaciones que serán retiradas. Los coches de origen belga, que están desde la inauguración de la línea, en 1913, serán reemplazados por 45 vagones nuevos de origen chino adquiridos el año pasado por el gobierno nacional.

“Nos preocupa que vagones que valen 500 mil dólares cada uno queden a la intemperie”, dijo. Los coches serían trasladados al predio del futuro taller central Mariano Acosta, pero como la flota entera no entra en el taller Polvorín, como informó Metrovías, los coches serían trasladados en carretones.

“Consideramos que es excesivo el tiempo de cierre de la línea A”, dijo a este diario el secretario general del gremio que nuclea a los trabajadores del subte, Roberto Pianelli. “El problema central es que va a haber un servicio que va a ser peor que el de antes. Falta ampliar los ramales, que era lo que decía el jefe de Gobierno en su campaña electoral, pero en estos cinco años no hizo nada”, agregó. “Con la remodelación de la línea A están buscando un efecto político. No están pensando en cómo mejorar el transporte. Macri va a sacar trenes para poner la mitad. Si antes había saturación, ahora el servicio va a estar doblemente saturado”, concluyó.

Informe: Federico Funes.