El líder de la barra brava de Boca, Mauro Martín, fue detenido ayer por orden judicial. La última citación, en noviembre pasado, en la que lo acusaron de haber violado la prohibición de ingresar a un estadio por violento, se resolvía con cinco días de trabajo social o el pago de una multa de doscientos mil pesos. En esta oportunidad, si lo encuentran culpable, será difícil que pueda repetir el mecanismo: lo acusan de homicidio.

El caso ocurrió en Liniers en 2011. Según la investigación, Ernesto Cirini, de 58 años, discutió con al menos tres personas alrededor de las 23.30 del 29 de agosto de ese año, en las calles Caaguazú y Pieres, de Liniers, donde vivía Cirini. Según los datos que fueron reunidos, las tres personas lo atacaron a golpes de puños y patadas provocándole graves heridas.

Los vecinos llamaron a la seccional 42ª y al SAME, que trasladó a Cirini de urgencia al Hospital Santojanni, donde murió al día siguiente. Tras su muerte, los investigadores localizaron a un primer testigo, también vecino del barrio, que contó que había visto a Cirini discutir con un hombre en la calle.

El testigo aseguró que luego llegaron al lugar otros dos hombres en un Volkswagen Bora, que se sumaron a la discusión y atacaron a golpes a Cirini, hasta dejarlo desparramado en el piso e inconsciente. El testigo también aportó los datos de la patente, con lo que fue identificado como de propiedad de Gustavo Petrinelli, de 47 años, vecino de Liniers. Mientras, otro testigo declaró que reconoció a Petrinelli en la pelea con Cirini y que también lo vio realizar llamados por celular, tras los cuales llegaron al lugar los dos hombres del Bora que, siempre de acuerdo con el segundo testigo, vestían la camiseta xeneize.

Los investigadores hicieron entonces el cruce de todas las llamadas realizadas por Petrinelli en los horarios en que se desarrolló la pelea. Y determinaron que una de las comunicaciones la había realizado a un teléfono ubicado en la vivienda de Albariños 790, esquina con la avenida Castro, a once cuadras de la esquina donde molieron a palos a Cirini.

Determinar a quién corresponde el domicilio de Albariños no debe haber resultado problemático: los investigadores comprobaron que en esa casa vivía Héctor Martín, hermano de Mauro. Además confirmaron que Petrinelli forma parte de la tercera línea en nivel de importancia de La 12, detrás del capo Mauro Martín. Si a esto se agrega que también una mujer testigo de la pelea reconoció a Mauro Martín y a Petrinelli, a quienes señaló como “conocidos en el ambiente del fútbol”. La testigo también dijo que allegados a Martín le habían ofrecido dinero al hijo de Cirini para que no vinculara a Martín con el incidente. Atar puntas no debería haber demorado un año.

La semana pasada, Petrinelli fue detenido con las pruebas mencionadas. Deducir que Petrinelli es cuñado de los Martín debe haber demorado aún menos, lo que aportó indicios a la participación del líder de La 12.

Mauro Martín, de 35 años, alcanzó la cabeza de La 12 después de desplazar a Rafael Di Zeo, ex líder de la barra xeneize, luego de la detención de éste por otro homicidio, en 2008. Cuando Di Zeo recuperó la libertad, intentó recuperar también el dominio de la barra brava y comenzó el enfrentamiento con Martín. El 25 de agosto de 2012, éste y otros cuatro barras de Boca fueron heridos de bala en un enfrentamiento con la facción de Di Zeo en la autopista Rosario-Santa Fe, a la altura de la localidad de San Lorenzo. En esa oportunidad, Martín recibió un tiro en el abdomen que le afectó el colon y otras partes del intestino, y permaneció internado hasta el 3 de septiembre en la clínica Santa Isabel, del barrio de Flores. El 22 de octubre, Martín fue detenido en su casa para cumplir una pena de cinco días de cárcel por actos de violencia en un partido en la Bombonera ante Atlético Rafaela, el 30 de octubre del 2011, cuando le hizo un gesto de degüello a Di Zeo. Poco después, Martín violó la prohibición para ingresar en el Monumental, lo que terminó admitiendo en noviembre pasado. Se aguardaba la pena que le correspondería, cuando la Justicia Penal ordenó su detención.

Martín fue detenido ayer por la tarde muy cerca del Palacio de Tribunales, por policías de la División Homicidios de la Federal, por orden del juez de Instrucción 5 porteño, Manuel De Campos. Según fuentes judiciales, Martín estaba negociando su entrega a través de sus abogados, aunque otras versiones señalaban que intentaba acercarse a su cuñado para conocer su situación cuando fue detenido.