SOCIEDAD
Acusan a Musa como principal responsable de los dos homicidios
Los abogados de los familiares de las víctimas aseguran que tienen pruebas contra el ex jefe de Informaciones del gobierno santiagueño. Revelan que una de las chicas fue torturada antes de morir.
› Por Alejandra Dandan
Desde Santiago del Estero
Acusado de instigación o eventualmente de autor material de los crímenes de la Dársena y con las pruebas acumuladas, cerradas, autenticadas y lacradas ante escribano público. Esa es la situación que pesa en este momento sobre el ex comisario Antonio Musa Azar, hasta no hace mucho todopoderoso secretario de Informaciones del gobierno de Santiago del Estero. Los familiares de las víctimas del doble crimen cuentan con un informe reservado que involucraría al ex comisario como instigador en el crimen de Patricia Villalba y, al menos, por ocultación de información y encubrimiento en el caso de Leyla Bshier Nazar. Esta nueva línea de investigación incluye un pedido de informes sobre Carlos Alberto Anauate, uno de los diputados del juarismo relacionados con el entorno de Leyla y a quien se le atribuyen fluidos contactos con los narcos. Esa acusación fue hecha por Juan Francisco Borges, uno de los fiscales federales de Santiago, y ayer fue retomada por los familiares de las víctimas durante el encuentro que mantuvieron con el fiscal del Tribunal Superior de Santiago, Arrulfo Hernández. En tanto, ayer se sumó un nuevo detenido, José Ricardo Noriega, alias “El Tucumano”, quien estaba con pedido de captura.
En medio de esa trama aparece ahora con claridad una línea que conduce a dos tipos de muertes: la de Leyla, originada por un shock por sobredosis, y la de Patricia, asesinada para encubrir el otro crimen después de una sesión de torturas.
El misterio podría contar con nuevos elementos en los próximos días. Luis Santucho, el abogado de los Villalba, aseguró anoche que se encuentra a las puertas de denunciar “qué sucedió durante los horribles episodios de la Dársena”. Los datos forman parte del informe que presentarán en los próximos días. En esa trama, Musa Azar aparece ligado “como instigador o eventualmente como autor material” de la muerte de Patricia. Y como quien proporcionó la cobertura para hacer desaparecer las pruebas sobre las condiciones en las que Leyla perdió la vida.
El ex comisario comandó en la provincia las tropas parapoliciales de la Triple A durante el segundo mandato de Carlos Juárez, en los ‘70, y se convirtió después del ‘76 en el jefe del Departamento de Informaciones desde donde comandaba las líneas de información y represión en la provincia. Desde ese entonces ejerce una suerte de mordaza y control sobre los sectores políticos, jurídicos y especialmente sobre la policía, denunciada como la tropa armada del juarismo. Musa Azar volvió a la escena pública en el ‘95, por disposición de Juárez, que lo colocó al frente del archidenunciado D2, la división de informaciones convertida más tarde y por decreto en Secretaría con rango de ministerio.
Sobre este hombre pesan las sospechas de los crímenes desde los primeros días. Su participación o relación aparecía en los rumores y testimonios que iban recogiendo las familias. Nina Aragonés de Juárez, generala de la casa de gobierno, lo desplazó de su cargo hace casi dos semanas cuando la trama de los crímenes comenzaba a tener repercusión fuera de la provincia. Hasta ese momento, Musa Azar había logrado sobrevivir incluso a las denuncias hechas ante los organismos nacionales y extranjeros de defensa de los Derechos Humanos.
Durante estos días Página/12 pudo saber que entre los elementos recogidos existirían pruebas sobre la relación del ex comisario con el desvío de pruebas y ocultamiento en la primera fase de la investigación. Su rol habría sido central para sostener la línea que empezaba y terminaba con Patricio José Llugdar, el primer detenido en la causa, convertido en chivo expiatorio después del procesamiento que le dictó el primer juez de la causa, Mario Castillo Solá. Fuentes consultadas por este diario, entrelas que se encuentran amigos cercanos de Llugdar, aseguran que su encarcelamiento formó parte de un complot destinado a tapar a los verdaderos responsables de la muerte de Leyla: alguien de la estructura vinculada a Musa Azar lo detuvo ordenándole que se haga cargo del crimen y garantizándole una salida en el corto o mediano plazo. Esta versión coincide con las denuncias hechas por sus familiares.
Esa línea estaría mostrando una relación cercana entre los Llugdar y los hombres del poder, una relación que, según pudo saber este diario, incluiría a los hijos de Darío Moreno y a los del propio Musa Azar. De acuerdo con los informes reunidos en el expediente por los peritos, Patricia murió estrangulada con cables después de una sesión de torturas: en su pecho existen rastros de 15 puntazos. Todo indica que quienes la torturaban sabían que ella tenía información sobre la fiesta en la que Leyla terminó con un shock y la muerte. Y pretendían averiguar quién o quiénes estaban al tanto de esa historia.
La tortura aparece como una constante en la provincia: los abogados de los cuatro detenidos en la causa presentaron denuncias por apremios ilegales. Lo que hace pensar que tal vez los acusados formen parte de otro plan destinado a ocultar a los verdaderos asesinos.
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