El gobierno de Chubut intervino el hospital regional de Comodoro Rivadavia ante la renuncia masiva del equipo de cirujanos que dejarán de trabajar hoy en el establecimiento tras un conflicto por mayor presupuesto y mejoras salariales.

La administración de Martín Buzzi decretó el estado de emergencia en el hospital por tres meses para cubrir los puestos abandonados por nueve cirujanos y garantizar el servicio en el centro de salud.

El ministro de Salud, Carlos Sáenz, destacó el plan de contingencia puesto en marcha en el área, que quedará a cargo de seis médicos cirujanos más cuatro residentes, y advirtió que “el Gobierno no cedió ni cede a la extorsión de parte de los cirujanos del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia”.

Sáenz presentó los antecedentes del caso a la Fiscalía de Estado para articular medidas judiciales contra los profesionales que renunciaron y la Asociación Argentina de Cirugía. Según él, la entidad de los cirujanos había advertido a otros profesionales que evitaran tomar los puestos de los renunciantes.

El funcionario también comunicó la situación al ministro de Salud nacional, Juan Manzur, quien se comprometió a seguir de cerca la situación.

En ese marco, el concejal kirchnerista Pablo Luque cuestionó las decisiones del ministro Sáenz y advirtió ante la prensa local que “si hay un muerto por falta de servicio él va a ser responsable”.

Luque había intentado junto al viceintendente Carlos Linares acercar a las partes en una mesa de diálogo pero reveló que se les dijo que “el ministro Sáenz no tiene interés en abrir una instancia de negociación”.

“Si hay un muerto por falta de cirujanos lo hago responsable a él porque además no se pudo establecer un plan de contingencia ya que también el sector privado está desbordado y no hay profesionales para atender una posible cirugía de urgencia”, denunció.

De todas formas, el subsecretario de Salud, Pedro Romero Luna, confirmó que estaba garantizado el servicio para este fin de semana con cirujanos de la provincia y pidió evitar “sumar tensión”.

Por su parte, el cirujano Daniel Endrek, portavoz de los renunciantes, afirmó que “es increíble que esta gente haya destruido de este modo el sistema, es muy doloroso lo que está pasando”.

“Un cirujano no puede funcionar sin enfermera, sin anestesista, sin elementos, sin mucamas para que mantengan limpio el lugar. Es un conjunto de cosas en estado precario, que atamos con alambre como se puede pero que resurge porque en el fondo lo que hay es una distribución de recursos insuficiente”, denunció.

El martes, autoridades del gobierno provincial mantuvieron un encuentro con los cirujanos en Comodoro Rivadavia. Allí, el grupo de profesionales había aceptado llevar adelante un plan de trabajo elaborado por el Ministerio de Salud pero finalmente presentaron su renuncia.