La nena que encontraron muerta el sábado en un arroyo de la localidad bonaerense de Berazategui es Yanela Ludmila Medina, de 11 años, quien había desaparecido de su casa siete días antes, según determinó un estudio de ADN. La jueza a cargo de la causa pidió arrestar a dos jóvenes que fueron aprehendidos el domingo bajo la sospecha de que habrían participado del asesinato. La fiscal de Berazategui a cargo del caso, María de los Angeles Attarián Mena, recibió ayer la confirmación científica de que el cadáver hallado el fin de semana pertenece a Yanela y dio las instrucciones para que sea notificada su familia. El ADN del cuerpo fue comparado con el patrón genético de uno de sus padres y el resultado fue positivo. En tanto, la autopsia realizada el lunes determinó que la nena murió desangrada como consecuencia de un empalamiento luego de un ataque sexual del que participó más de una persona. El cuerpo mostraba graves lastimaduras y estaba atado con alambres. Además, fuentes de la investigación determinaron, en base al testimonio de vecinos y testigos, que la niña habitualmente mendigaba en la calle todo el día y que eran frecuentes los maltratos familiares cuando no regresaba con dinero.