La declaración de dos automovilistas a los que los secuestradores les robaron los autos durante la fuga, algunas huellas encontradas en esos vehículos y los videos de los peajes por los que habrían pasado los autores del secuestro, son algunos de los indicios que siguen los investigadores del caso Rubén Astrada, el padre del futbolista de River Plate Leonardo Astrada, para tratar de dar con su paradero. “No hubo contacto con los secuestradores”, dijo a Página/12 una fuente de la investigación. “No hay ninguna pista que lleve a la llamada ‘banda de los enanos’”, insistió la fuente, aludiendo a una organización liderada por una adolescente de 15 años que estuvo presa y que escapó de un instituto de menores. “Estas versiones no sirven para avanzar en la pesquisa”, sostuvo el vocero, que dijo mantener en reserva algunos datos “cuya difusión no harían más que entorpecer el trabajo”.
Al no haber comunicaciones, los únicos indicios que los investigadores tienen para determinar quiénes secuestraron a Astrada serían los cinco automóviles que los delincuentes utilizaron en su fuga. Unas diez personas que presenciaron el secuestro o el robo de algunos de los autos, dieron algunos datos, a veces contradictorios, sobre la fisonomía de los miembros de la banda. La policía cree que serían seis hombre de alrededor de 40 años. Algunos mencionaron la presencia de una mujer. La fuente consultada por este diario descartó, una vez más, que se trate de Silvina, una chica de 15 años, líder de una banda que cometía secuestros express en la zona norte del conurbano y se fugó hace dos semanas de un instituto de menores cercano a Punta Lara.
La fuente recalcó que la “banda de los enanos” liderada por Silvina intervenía en secuestros express “muy improvisados y bastante diferentes al caso Astrada, en el que hubo una gran planificación y profesionalismo”. Los cinco autos que utilizaron los secuestradores fueron un Volkswagen Polo verde y un Volkswagen Golf violeta. Luego robaron un Renault 9, un Peugeot 504 y un Fiat Siena. Todos esos autos aparecieron en distintas localidades del norte del conurbano y la policía levantó rastros a fin de determinar si alguno de los delincuentes dejó alguna huella que pueda servir para identificarlos. El Polo verde con el que interceptaron a Rubén Astrada, a cinco cuadras de su casa de Boulogne, fue robado a mano armada tres días antes del secuestro.
El robo del auto ocurrió el lunes 23, cerca de las 22, en la calle Liniers de la localidad de Campana, cuando tres delincuentes abordaron armados al conductor luego de que había estacionado y estaba a punto de descender del vehículo. Las fuentes prefirieron reservar la identidad del conductor asaltado porque se convertirá en otro testigo que podría aportar datos sobre los delincuentes, que serían parte de la banda que secuestró a Astrada. Los investigadores están revisando los videos de los peajes de las autopistas de la zona norte para determinar si por allí pasaron los autos utilizados por los secuestradores. Hasta ayer, la búsqueda no había dado resultados positivos.
En la casa de los Astrada, en Sarratea 1433 de Boulogne, ayer se mantuvo el mismo despliegue periodístico de los últimos días. A Leonardo Astrada y alguno de sus hermanos se los vio entrar y salir, pero sólo hablaron brevemente con los periodistas para confirmar que no había novedades. La familia está en permanente contacto con el juez federal de San Isidro Roberto Marquevich, quien les explicó que sólo actúa de oficio y que no hará nada que ponga en riesgo a Rubén Astrada, de 61 años.