Representantes de comunidades originarias de todo el país se reunirán a partir de hoy, y durante tres días, en Formosa para analizar la “situación de amenaza extrema” que viven y que, dijeron, tiene como consecuencia “muertes indígenas, abusos de poder y discriminación”.

La Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas procurará “organizar la demanda” de las comunidades “a los partidos políticos y a los Estados provinciales y nacional”, ante un escenario en el que “se suceden situaciones trágicas en territorios indígenas sin que ningún nivel de gobierno les dé la magnitud que corresponde”.

“Creemos que vivimos una nueva recolonización del capitalismo global. Sin embargo, en medio de esta violencia, nos sentimos fuertes”, expresaron los organizadores en la convocatoria.

La reunión tendrá como sede la provincia de Formosa por ser, según afirmaron, “una muestra clara del abuso de poder, de impunidad y de protección política de los diversos gobiernos provinciales que reprimen a los pueblos indígenas del país”.

La Cumbre se realizará entre hoy y el miércoles bajo la consigna “Memoria, Verdad y Justicia para los Pueblos Indígenas”, y contará con la adhesión del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), las Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora, la Defensoría del Pueblo de Nación y la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH), entre otras organizaciones.

En tanto, el encuentro fue convocado por el Consejo Plurinacional Indígena (Cjira).

“Los discursos de soberanía, políticas nacionales y populares se caen cuando comprobamos que volvemos a ser meros proveedores de materia prima para el mercado global. Esto que arrancó en la década del ’90 se acentúa a ritmos imparables, siendo nuestros territorios los más atacados”, indicó la convocatoria.

Los pobladores indígenas afirmaron que en los últimos años creció el desarrollo de una “agricultura deshumanizada, sin agricultores, y donde las semillas, la biodiversidad y la tierra son objetos y no lo que hay que proteger por siempre”.

Las comunidades originarias y la población campesina, señalaron, “sufren los impactos de las fumigaciones, el desmonte, las enfermedades, la falta de alimentos sanos, las inundaciones y las sequías, la pérdida de suelos y sus riquezas, el desplazamiento de poblaciones, y el hacinamiento en los márgenes de las ciudades, viviendo del asistencialismo”.