El superintendente de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, fue baleado el sábado a la noche en su casa de la localidad bonaerense de Olivos, en un ataque calificado como sospechoso por el secretario de Seguridad, Sergio Berni. El comisario está internado en el Hospital Churruca, fuera de peligro, con heridas en una mano y el tórax.

El ataque ocurrió el sábado cerca de las 22, frente a la casa de Roncaglia, en Virrey Olaguer y Feliú al 3000, en Olivos, partido de Vicente López.

El jefe policial llegó en su camioneta Renault Duster luego de supervisar varios allanamientos antidrogas y cuando guardaba el vehículo en el garaje vio dos hombres que se aproximaban.

En ese momento empezaron a disparar contra Roncaglia, quien repelió la agresión con su pistola reglamentaria, por lo que se originó un tiroteo que terminó cuando la víctima recibió dos balazos, uno en el hemitórax derecho y otro en la mano del mismo lado.

Tras el enfrentamiento, los agresores huyeron del lugar, al parecer, a bordo de un Honda Fit color blanco, mientras que algunos vecinos del comisario salieron a la calle para ver qué pasaba y lo auxiliaron.

Roncaglia fue trasladado inicialmente al Hospital Municipal de Vicente López, donde lo asistieron y luego lo derivaron en un helicóptero sanitario al Churruca, donde permanece internado fuera de peligro.

El secretario de Seguridad, Sergio Berni, explicó que uno de los proyectiles que hirió a Roncaglia “entró casi por la línea axilar anterior y salió por la línea axilar posterior”, y “producto de la baja inercia no pudo penetrar la costilla y entrar al tórax”.

En cuanto al balazo en la mano, también con orificio de entrada y de salida, el funcionario sostuvo que “al ver que el delincuente sacaba el arma del bolsillo, (Roncaglia) la manoteó y ahí se disparó”.

En tanto, efectivos de la subcomisaría de la Loma de Roca y de la Jefatura Departamental Conurbano Norte secuestraron 15 vainas servidas como consecuencia del tiroteo, de las cuales 13 pertenecen a la pistola calibre 9 milímetros utilizada por el jefe policial.

De acuerdo con los voceros, las otras dos vainas podrían ser de un arma calibre .45 o 7.65, por lo que deberán ser peritadas.

Por otra parte, entre 15 y 20 minutos después del enfrentamiento, un hombre fue abandonado herido de bala en la entrada del Hospital de Pilar por los ocupantes de un Honda Fit blanco, señaló un vocero judicial.

Esta fuente indicó que se investiga si este sospechoso participó del tiroteo con Roncaglia, ya que los médicos extrajeron de su cuerpo un proyectil 9 milímetros, mismo calibre que el arma del comisario.

Además, también “existirían coincidencias” entre la fisonomía del sospechoso herido y la de unos de los delincuentes que se enfrentaron con Roncaglia, precisó el investigador.

“El ataque es muy sospechoso. No descartamos ninguna hipótesis. Lo que pasó lo investigará la Justicia, pero no fue un asalto más de los que estamos acostumbrados en el Conurbano”, afirmó Berni.

En este sentido, resaltó que los atacantes no le pidieron nada a Roncaglia. “Estamos convencidos de que no fue un asalto común. Ni siquiera llegaron a intentar quitarle sus pertenencias”, agregó.

Por otro lado, dijo que sería irresponsable hablar de un ataque del narcotráfico, aunque deslizó varios comentarios en este sentido. “Estamos dando una guerra sin cuartel al narcotráfico y esa guerra llega a la puerta de la casa de los funcionarios. Me llama la atención la logística y hasta la forma del ataque. El narcotráfico no perdona.”

El hecho es investigado por el fiscal Eduardo Rodríguez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Vicente López Oeste. El episodio ocurrió dos días después de que el ex ministro de Defensa, Arturo Puricelli, reemplazara en la cartera de Seguridad a Nilda Garré, que será la nueva embajadora ante la OEA.