El Congreso dio ayer un paso más hacia la democratización de la maternidad después de que el proyecto de fertilización asistida obtuviera un dictamen favorable de las comisiones de Acción Social, Familia, Legislación General y Presupuesto de la Cámara de Diputados. De esta forma, hoy la Cámara baja podría convertir en ley el acceso de toda persona mayor de edad a las técnicas de reproducción médica de baja y alta complejidad, que estarían comprendidas en el PMO, es decir, a cargo de obras sociales y prepagas.

“Cuando me llamaron del plenario me puse a llorar, empezamos a sentir la emoción. Los diputados firmaron felices. Mañana (por hoy) festejaremos, será un gran paso, un gran avance. Estaremos en la entrada del Congreso desde el mediodía con nuestras remeras y banderas. Queremos que la gente nos acompañe”, afirmó a Página/12 Mariana Contreras, presidenta de la ONG Sumate a dar vida, que juntó 280.500 firmas para que el Congreso tratara la ley de fertilización.

Y lo consiguieron. Dadas las casi unánimes coincidencias en torno del proyecto en el plenario de comisiones y con el aval de los cambios realizados por el Senado, la iniciativa quedó en condiciones de ser llevada al recinto para convertirse en ley. La realización y el temario de la sesión se terminarán de definir hoy a las 10 cuando se reúnan los presidentes de bloque.

El proyecto incluye entre su ámbito de aplicación los tratamientos realizados con asistencia médica para conseguir un embarazo y entre los procedimientos quedan comprendidos las técnicas de baja y alta complejidad que incluyan o no la donación de gametos o embriones. Asimismo, podrán incluirse nuevos procedimientos y técnicas desarrollados mediante avances técnico-científicos que sean autorizados por el Ministerio de Salud.

Los beneficiarios serán todas las personas mayores que hayan explicitado su conformidad y los procedimientos se podrán realizar en los establecimientos sanitarios habilitados que cumplan con los requisitos.

Entre los cambios al proyecto, el Senado incluyó la posibilidad de que el Ministerio de Salud de la Nación tenga la facultad de capacitar a los profesionales y que se incluya una partida presupuestaria, a nivel nacional, para realizar campañas de promoción sobre la nueva legislación.

“Esta es una deuda pendiente con las familias argentinas. El proyecto se aprobó con los cambios de senadores que eran modificaciones para mejor. Estamos ampliando derechos, éste es un logro del gobierno nacional, que puso en debate este tema y logró torcer los intereses de las corporaciones que no piensan en lo humano. Tendremos una sesión muy emotiva y sentida”, aseguró a este diario la diputada por la provincia de Chubut Nancy González (FpV).

Por su parte, la diputada por la provincia de Buenos Aires Silvia Majdalani (PRO) también apoyó la sanción de la ley, a pesar de que no está de acuerdo en que el acceso sea universal sino sólo para aquellos que padezcan la enfermedad. “Yo firmé el dictamen aunque en disidencia y voy a votar a favor. Por ahí puedo meter alguna modificación, pero el proyecto tiene que aprobarse. Una de cada seis personas tiene problemas de fertilidad y los tratamientos son carísimos. Yo me he juntado con gente que se hizo de ocho a nueve tratamientos y nunca nada y con el tiempo es más difícil”.

El senador Daniel Filmus (FpV), por su parte, destacó que “es un paso más en la ampliación de derechos que se viene llevando adelante desde el 2003 a la actualidad. Estamos debatiendo acerca de la igualdad. Estamos tratando una ley de avanzada, estamos yendo más allá, un paso más adelante”.