SOCIEDAD › LA INVESTIGACION POR LA MUERTE DE ANGELES RAWSON SE CENTRO EN SU FAMILIA Y EL ENCARGADO
Las contradicciones entre familiares, rastros en el auto y nuevas imágenes de cámaras imprimieron un vértigo a la investigación por el crimen. Casi a las 2 de esta madrugada, la familia seguía declarando, después de trece horas. Allanaron la casa del portero.
La investigación por el asesinato de Angeles Rawson tomó un impulso vertiginoso anoche, cuando incluso se especuló que habría inminentes detenciones. Cerca de la 1 de la madrugada de hoy se esperaban decisiones de la fiscal Paula Asaro, aunque la funcionaria se aprestaba primero a terminar de tomar declaración a los familiares que habían llegado al Ministerio Público casi 13 horas antes. Como se sabe, ningún fiscal puede realizar detenciones, sino que se las tiene que pedir al juez de la causa, en este caso Roberto Ponce, que subroga al titular del juzgado, de licencia, Javier Ríos. El nuevo centro de la investigación tiene que ver con el edificio en el que vivía Angeles y las contradicciones entre los testimonios de algunos familiares, la empleada doméstica, Dominga, rastros encontrados en el automóvil Duna de la familia, nuevas imágenes de cámaras de seguridad y el portero de ese edificio, que después de medianoche habría sido llevado a declarar. Al cierre de esta edición, la Policía Científica trabajaba en el departamento del encargado y en un subsuelo donde se habría manejado la basura. Lo que habría acelerado los acontecimientos anoche fueron las imágenes de cámaras de la cuadra y el hallazgo en el Duna. También se peritaba un Renault Mégane que sería propiedad del encargado. Una fuente muy vinculada a la fiscalía diagnosticó: “El esclarecimiento no pasa del domingo”. Habrá que ver si eso se concreta.
Desde el miércoles por la tarde, Asaro centra su pesquisa en el núcleo familiar. El problema es que no podía llamar a ninguno a declarar hasta tanto no hubiera concluido el entierro, para no invadir tanto la intimidad en un momento doloroso. Por ello, la jornada de ayer iba a estar centrada en la toma de declaraciones de la mamá, Jimena; el hermano, Juan Cruz; el hermanastro de Angeles, Jerónimo; la empleada doméstica, Dominga, y el portero titular, Jorge. La idea de la fiscal era dejar al padrastro Sergio Opatowski para hoy, sábado. De todas maneras, la primera declaración que tomó Asaro fue al médico encargado de la autopsia.
El punto central del expediente estaba en las cámaras de la calle Ravignani que mostraban a la chica a unos 30 metros de su casa, caminando de regreso de la clase de gimnasia. Hasta el momento ninguna cámara mostraba el ingreso al edificio, pero ayer llegaron las imágenes de otras cámaras en las que sí se ve a Angeles entrando al inmueble. Esto terminó de concentrar el eje de la pesquisa en el edificio y en la familia.
La fiscal impuso el secreto de sumario el miércoles, por lo cual se mantuvo en reserva el curso de la pesquisa. Eso llevaba anoche a una serie de informaciones contrapuestas:
- Por un lado se veía el allanamiento a la vivienda del portero, cerca de la medianoche, pero al mismo tiempo se hacía hincapié en las sospechas sobre el entorno familiar. Los criminalistas consultados por este diario descartan que en un crimen de esta naturaleza haya complicidad entre un encargado y un familiar o viceversa. O fue uno o fue el otro.
- Sin embargo, una versión mencionaba que alguien de la familia le pidió al encargado una bolsa grande de basura, que fue la usada para meter el cuerpo de Angeles. Cuando se hizo público el asesinato, el portero habría decidido salir de escena, pidió licencia y anoche se lo buscaba. Un testigo fue ingresado con la cabeza tapada y algunas versiones sostenían que se trataba del portero. Nadie lo confirmó. De todas maneras, el encargado suplente ayudó a sembrar sospechas: “El martes, la última vez que lo vi, percibí que estaba muy pálido”, comentó Fernando. Una versión indicaba que finalmente fue encontrado y llevado a declarar.
- A la medianoche se afirmaba también que la esposa del encargado habría declarado ante la fiscal apuntando contra el padrastro. Esto tampoco pudo ser confirmado.
- El amplísimo despliegue en el allanamiento del departamento del encargado, sumado a la presencia de la Policía Científica en el lugar, mostró que hay un cierto nivel de sospecha sobre él.
- Como se sabe, Angeles apareció dentro de una bolsa negra de consorcio, con un hilo sisal dando dos vueltas sobre su cuello y una bolsa del supermercado Vea –cercano al edificio– puesta en la cabeza. No está claro en qué contenedor tiraron el cuerpo que terminó siendo descubierto en la planta de la Ceamse de José León Suárez, pero se supone que un encargado está en condiciones de sacar una bolsa sin despertar sospechas.
- También anoche se mencionó que el padrastro Sergio estaba ya detenido, pero al menos hasta ese momento –las 23– el hombre estaba sentado afuera de la fiscalía esperando que le tomaran declaración testimonial o, supuestamente, que lo sometan a un careo. Estas medidas requieren de un juramento de decir verdad que no se le podría tomar a un imputado. Al menos hasta el cierre de esta edición, Sergio Opatowski seguía siendo testigo, pero las versiones sobre su detención se mantenían.
- Igualmente declararon ayer el hermano, Juan Cruz, y el hermanastro Jerónimo. Lo que se menciona es que la fiscal vio diferencias en lo que dijeron los jóvenes y lo declarado por la madre y la doméstica.
- Otro elemento que habría acelerado los pasos de la fiscal son resultados del peritaje en el Duna de la familia de Angeles. Supuestamente allí se encontraron pelos o sangre. Habría que ver si en efecto son rastros de la joven.
- Y, por último, todas las fuentes coinciden en que la fiscal obtuvo nuevas imágenes de cámaras de seguridad de la zona. Desde ya que corroboran que la chica entró al edificio, pero nadie quiso confirmar si dejan en evidencia la presencia de otros protagonistas del caso.
Con todos los elementos anteriores, se hizo vertiginoso el trabajo de la fiscal y los efectivos de Homicidios de la Policía Federal. Se colocaron vehículos para sacar personas detenidas, pero esos traslados no se concretaron; se desplazaron policías al edificio de Ravignani donde vivía Angeles; a lo largo de más de 13 horas, los familiares siguieron en el edificio del Ministerio Público, el padrastro –que iba a declarar hoy– terminó ingresando a los empujones; un supuesto testigo entró con la cabeza cubierta y hubo un frenético ir y venir de funcionarios de la fiscalía y la policía, en medio de una verdadera batahola de cámaras y periodistas.
Pese a semejante movida, en ningún momento trascendió cuál podría ser el móvil del crimen.
- Para la fiscal Asaro, la violación o la tentativa de violación estarían descartadas, aunque no están terminados los estudios. De los muslos se sacaron muestras de piel para estudiar la zona microscópicamente, más teniendo en cuenta que el cuerpo de la chica pasó de un contenedor a un camión, luego a una tolva, a otro camión y finalmente a la planta de la Ceamse de José León Suárez. Es más, la convicción es que Angeles no estaba muerta cuando la tiraron en el contenedor, sino desmayada, y luego terminó muriendo por asfixia. Todo esto está sujeto a más estudios. Faltan también las pruebas toxicológicas. Pero con los informes existentes hasta ayer, Asaro virtualmente descarta el ataque sexual como móvil.
- Con ese cuadro a la vista, una opción que podría quedar abierta como motivo del crimen sería un conflicto familiar, pero en los días que lleva el caso con amplia exposición pública, nadie todavía manifestó que existieran enfrentamientos o peleas notorias en la familia Opatowski-Rawson.
- Tampoco estaría claro –por el secreto en el que se mantiene la pesquisa– el móvil en el caso de las sospechas sobre el portero.
Al cierre de esta edición, una de las pocas certezas que estaban quedando es que el caso se concentra en el edificio de la calle Ravignani, es decir en los familiares que vivían con Angeles en la planta baja y en el portero. Los hombres de Homicidios ya habían allanado el departamento de los Opatowski-Rawson y se llevaron la impresión de que el crimen no se cometió allí. No encontraron ni rastros de pelea ni sangre. Pero todo podría haber ocurrido en otro lugar del edificio y, por los peritajes hechos en el Duna, tal vez el cuerpo fue trasladado en ese auto.
La expectativa está puesta en la frase de la fuente vinculada a la fiscalía: “Se esclarece antes del domingo”. El pronóstico es arriesgado, pero casi a las 2 de la mañana de este sábado, todos los protagonistas seguían en el edificio del Ministerio Público: la mamá de Angeles, el padrastro, el hermano Juan Cruz, el hermanastro Jerónimo, la doméstica, el portero, su esposa, decenas de policías federales y, por supuesto, la fiscal Asaro. La consigna parecía ser “de acá no se va nadie hasta que el caso se resuelva”. Habrá que ver si resulta cierto.
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