SOCIEDAD
En Entre Ríos, la Iglesia llama a no obedecer la ley de Salud Sexual
La Legislatura está por sancionar la ley de salud reproductiva. Pero el vicario de la Familia del Arzobispado convocó a no acatarla.
› Por Mariana Carbajal
La cruzada de la Iglesia Católica contra los anticonceptivos y la educación sexual en escuelas subió de tono. En Entre Ríos, la jerarquía eclesiástica instó a los fieles lisa y llanamente a desobedecer una ley que instrumenta un programa de salud reproductiva en la provincia, con alcance en los colegios religiosos, que sería sancionada en quince días. “Una ley injusta como ésta no es ley, y por lo tanto no debe ser obedecida”, declaró el sacerdote Héctor José Rodríguez, a cargo de la Vicaría de la Familia del Arzobispado de Paraná. El cura consideró al proyecto como “un abuso legislativo” que “avasalla derechos como la patria potestad” y se horrorizó porque “deja abierta la posibilidad de que un adolescente en edad fértil pueda acceder a un método anticonceptivo”.
El proyecto traslada a Entre Ríos la ley de Salud Sexual y Reproductiva que rige a nivel nacional, aunque en algunos puntos tiene mayor alcance: por ejemplo, contempla la implementación de un programa de educación sexual en las escuelas del sistema escolar de la provincia, tanto públicas como privadas, lo que significa que deberá llegar a las aulas de los establecimientos confesionales. La norma nacional, como consecuencia del lobby de la Iglesia Católica, excluyó a todos los colegios del sector privado de la obligación de enseñar a los alumnos cómo prevenir un embarazo no deseado o el contagio de enfermedades de transmisión sexual y VIH/sida. Lo mismo ocurrió recientemente con una ley similar sancionada por la Legislatura bonaerense, que incluía a todos los establecimientos educativos dentro de un programa de educación sexual, pero finalmente fueron exceptuados porque el gobernador Felipe Solá vetó, precisamente, ese punto de la norma.
El proyecto entrerriano fue impulsado por el senador provincial del ARI Daniel Rosas Paz. Las declaraciones de Rodríguez lo sorprendieron. “Una cosa es la discrepancia, el disenso, aunque desde el punto de vista científico haya amplio consenso de que los anticonceptivos no son abortivos como dice la Iglesia Católica. Pero una actitud muy diferente es instar a la gente a desconocer una ley aprobada en un marco legal y constitucional, que consagra derechos constitucionales como son los derechos sexuales y reproductivos”, opinó Rosas Paz, en diálogo con Página/12.
Está previsto que la iniciativa sea tratada en la próxima sesión del Senado provincial que tendrá lugar en dos semanas. La Cámara alta, en realidad, le dio media sanción a fines de 2000. El proyecto estuvo dos años cajoneado en Diputados hasta que a partir del impulso que le dio al tema el gobierno nacional lo aprobó a mediados de junio, aunque con algunas modificaciones, con lo cual volvió al Senado. Pero se descuenta su sanción, con el voto de la Alianza (tiene 10 de los 17 senadores provinciales), el de Rosas Paz, del ARI, y más de uno del bloque justicialista.
La inclusión de la educación sexual en los colegios religiosos es uno de los puntos que más irrita a la Iglesia Católica, junto con la entrega gratuita de anticonceptivos en los hospitales públicos. Hasta ahora, la jerarquía eclesiástica se opuso férreamente a este tipo de normas, pero nunca había llegado al punto de instar a la gente a no acatarlas. “Una ley injusta como ésta no es ley, y por lo tanto no debe ser obedecida”, dijo el sacerdote Rodríguez, titular de la Vicaría de la Familia del Arzobispado de Paraná. El proyecto, en cambio, recibió un fuerte apoyo de las iglesias judías y evangélicas. El rabino Daniel Dolinsky hizo expresa su adhesión durante una reunión convocada dos semanas atrás por la Comisión de Salud Pública del Senado para debatir la iniciativa.
En declaraciones a El Diario, de Entre Ríos, el cura Rodríguez criticó duramente el proyecto. En principio, consideró que “avasalla derechos como la patria potestad y deja abierta la posibilidad de que un adolescente en edad fértil pueda acceder a un método anticonceptivo”. Según precisó elsenador Rosas Paz, un 22 por ciento de los partos en la provincia corresponden a madres menores de 18 años. El vicario sostuvo que los programas de procreación responsable constituyen “un ataque frontal a la vida” por cuanto “está probado que estos métodos anticonceptivos (los que no son naturales) son abortivos”. Cuestionó, además, que el proyecto con media sanción pretenda que “nuestros niños y jóvenes sean educados bajo la perspectiva de género. Ya no hay más varón y mujer, sino que hay géneros. El varón y la mujer serían como los extremos y en el medio se puede dar cualquier cosa”. Finalmente, el religioso se lamentó porque la postura de la Iglesia Católica no encuentre eco en la Legislatura. “No hay más sordo que el que no quiere oír. A los legisladores les han llegado nuestras posturas, pero están como cegados”, concluyó.