Una madre no autorizó que su hija de 17 años reciba una transfusión de sangre por ser ambas testigos de Jehová, una congregación religiosa que prohíbe expresamente esta práctica. Ante esta situación, los médicos aseguraron que la joven corre riesgo de morir.

La adolescente, de nombre Eugenia, está internada en el Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires, y la madre firmó una nota que no autoriza el tratamiento que le recomiendan los médicos tras estar internada desde hace una semana.

Fabiana, hermana de la mujer y tía de Eugenia, aseguró que “mi hermana y mi sobrina no quieren hablar de este tema, intenté dialogar con la chica hasta ayer a las 20, pero no podía creer lo que escuchaba”.

La tía destacó que “mi hermana me dice que es una decisión tomada y la nena está muy manipulada” y agregó: “Ofrecimos a los testigos de Jehová nuestra sangre, que es compatible con la de ella, no es la de un extraño”. “El hospital no ofrece nada y no nos da ninguna información, ellos aceptaron la decisión de mi hermana”, dijo Fabiana ante la consulta de los medios. Indicó, además, que “ellos dicen que si Eugenia recibe la sangre se va a enfermar. No es lógico lo que estoy escuchando pero eso es lo que dicen ellos”.

La tía remarcó que Eugenia “está muy mal y los médicos nos pintan un panorama mucho peor. Vamos a hacer junto al abuelo una denuncia contra mi hermana”.

En junio de 2012, la Corte Suprema de Justicia resolvió que se respete la voluntad de un testigo de Jehová, quien se negaba a recibir una transfusión de sangre. En ese caso, se trataba de un paciente –Pablo Albarracini– de 38 años, internado en la Clínica Bazterrica, que había firmado un documento para rechazar la posibilidad de recibir trasfusiones. Aduciendo que la vida de su hijo corría peligro, el padre del paciente había pedido a la Justicia que se realizara la transfusión. El máximo tribunal rechazó el pedido con el argumento de que “no se puede interferir en los actos privados de las personas”.