Mario Correa (50), oficial retirado de la Policía Bonaerense, seguirá detenido con prisión preventiva por el asesinato de Mauro Silva (26) y la tentativa de homicidio de Renzo Silva (19), hermano del anterior. La medida fue tomada por el juez de Garantías de Lomas de Zamora Gabriel Vitale, quien fundamentó su decisión en una serie de pruebas testimoniales aportadas por varias personas que presenciaron el hecho, ocurrido hace un mes frente a la puerta de acceso al Bingo de Adrogué, en Hipólito Yrigoyen 13.436, de esa localidad. Correa, en la vereda de la sala de juegos, comenzó a golpear a su pareja –su nombre se mantiene en reserva–, hecho que motivó la intervención de los hermanos Silva, que estaban comiendo en un local ubicado frente al bingo. “Ellos quisieron impedir que la siguiera golpeando, pero Correa respondió disparándole tres tiros a Mauro, que falleció en el acto, e hiriendo de dos balazos a Renzo, que pudo salvar su vida, aunque todavía lleva uno de los plomos en una pierna”, informó a Página/12 Matías Aufieri, abogado de la familia.

“Mis hijos habían ido esa noche al cine y estaban comiendo un pancho, cuando vieron a ese hombre golpear a su mujer y arrastrarla de los pelos por el piso”, le dijo a este diario Celia, la mamá de los hermanos Silva. “Mauro era un chico muy bueno, muy solidario. Yo todavía le hablo, le digo ‘por qué te metiste, por qué tenemos que vivir esta situación tan fea cuando vos quisiste hacer el bien’”, relató Celia, con la voz quebrada.

Celia y Jorge, los padres, escucharon el dramático relato que hizo Renzo: “El nos dijo que primero pensó que era un arma de juguete, porque ellos nunca habían visto un arma en su vida. Renzo pensó después que eran balas de goma las que le habían golpeado la pierna y trató de correr. Mauro intentó seguirlo, pero enseguida se cayó. Renzo dice que Mauro lo agarró de la campera y se cayó. Cuando volvió para tratar de levantarlo, ya estaba muerto”. Celia afirma que Renzo “está recuperándose, salvó su vida, pero el recuerdo lo tiene mal, se la pasa llorando, es algo muy triste lo que nos está pasando”.

Los hechos de violencia, protagonizados por Correa, habían comenzado cerca de las nueve de la noche del 2 de julio pasado, en el interior de la sala de juegos, cuando el policía retirado comenzó a insultar a su compañera, motivo por el cual ambos fueron obligados a retirarse del lugar. Una vez en la calle, lejos de calmarse, Correa “se puso cada vez más agresivo y empezó a pegarle cachetazos y trompadas a la mujer”.

La escena fue presenciada por los hermanos Silva, quienes se encontraban en una panchería ubicada frente al bingo. Los dos cruzaron la calle e interrumpieron la golpiza, circunstancia que fue aprovechada por la mujer para ponerse a salvo, ingresando de nuevo a la sala de juegos. En apenas segundos, Correa sacó su arma de un bolso que llevaba y realizó varios disparos contra los dos hermanos.

Mauro recibió tres impactos en zonas vitales y murió en el acto, mientras que Renzo fue herido de dos balazos en su pierna izquierda. “Una de las balas entró y salió, mientras que la segunda sigue alojada en la masa muscular” del más joven de los hermanos, precisó el abogado Matías Aufieri. Renzo fue dado de alta luego de permanecer internado en el Hospital Zonal Lucio Meléndez de Adrogué.

Correa, luego de cometida la agresión, volvió a entrar al bingo, en busca de su mujer. Como se había quedado sin balas, varias personas lo rodearon y le impidieron que escapara. Esa misma noche fue detenido por agentes de la comisaría primera. “Nosotros queremos que lo condenen por homicidio agravado por alevosía. Mauro tiene un hijo de 9 años que no entiende por qué mataron a su padre”, concluyó Celia.