Mientras a última hora de anoche los decretos/proyectos para detener/calmar la inseguridad, propuestos por el gobernador Felipe Solá, eran convertidos en ley en la Cámara de Diputados bonaerense, la polémica desatada por las medidas crecía. La Comisión Provincial por la Memoria, presidida por Estela de Carlotto y Adolfo Pérez Esquivel, informó sobre su preocupación y anunció una reunión con el gobernador que se realizará hoy. La Comisión envió una nota a ambas Cámaras solicitando la postergación de la votación y la convocatoria a una audiencia pública, carta que fue desoída.
La carta de la Comisión por la Memoria señalaba su “preocupación” por las medidas y sostenía la necesidad de realizar “un profundo debate con participación de las diferentes organizaciones y sectores involucrados” y que “sean escuchadas democráticamente las voces de los ciudadanos, organismos de derechos humanos y representantes del Poder Judicial”. Para ello, solicitan la convocatoria a una Audiencia Pública.
Es obvio que el reclamo fue desoído. La ultrarrápida media sanción en el Senado, el martes pasado, concluyó ayer con la ultrarrápida sanción final en Diputados. La UCR dio el quórum para el tratamiento. El PJ votó a favor y la oposición en contra. Con los votos del PJ alcanzaba. Las propuestas de Solá otorgan a los fiscales facultades para allanar y detener sin previa autorización judicial; a los jueces de paz para reemplazar a los jueces de Garantías en ordenar allanamientos y detenciones; permiten a los fiscales tomar intervención en cuestiones de drogas (fuero federal); dan poderes policiales a gendarmes y prefectos; y fijan pautas de funcionamiento y la inscripción en un registro a los desarmaderos. Las normas fueron duramente cuestionadas como inconstitucionales por el CELS, la APDH, fiscales y jueces.
Ayer se sumaron a las críticas los diputados Alejandro Mosquera (ND) y Horacio Piemonte (ARI), que votaron en contra. “Solá sigue dando manotazos de ahogado y busca más golpes de efecto mediáticos”, sostuvo Piemonte. “En el caso de los desarmaderos –dijo Mosquera–, propuse que no queden bajo el control de la Bonaerense. Es como dejar al zorro cuidando a las gallinas.”