El gobierno mexicano confirmó que hay 47 muertos y 39 mil evacuados por las lluvias ocasionadas por el huracán Ingrid, en la costa del Golfo de México, y la tormenta tropical Manuel, en el Oceano Pacífico. En tanto, vuelos comerciales y militares empezaron a evacuar a 40 mil turistas varados en la ciudad de Acapulco. Hace 55 años que el país no enfrentaba dos fenómenos en simultáneo por dos océanos distintos y ya se habla de “efectos históricos” con sólo tres estados de 32 que no presentaban daños.

Según el ministro de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, de las 47 personas fallecidas, 27 murieron en el estado de Guerrero, el más afectado por las lluvias, y doce en Veracruz, en la región del Golfo de México. Las demás muertes ocurrieron en Hidalgo, Puebla, Oaxaca, Morelos y Coahuila.

Además, había un centenar de arroyos o ríos desbordados y 91 carreteras dañadas por las tormentas.

En la costa del Pacífico, Manuel ingresó el sábado como tormenta tropical y se fue debilitando gradualmente hasta la condición de sistema de baja presión. Sin embargo, ayer volvió a fortalecerse cerca de las costas del Estado de Sinaloa (noroeste) y se dirige hacia la costa Este de la península de Baja California, con vientos sostenidos de 75 kilómetros por hora y ráfagas de 85 kilómetros por hora con la posibilidad de que se intensifique a tormenta tropical en las próximas horas, advirtió el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en su último reporte.

Por su parte, Ingrid, que era huracán categoría 1 antes de impactar el lunes la costa del Golfo de México, se fue debilitando hasta empezar a disiparse en la madrugada de ayer, pero sus remanentes aún cubren regiones del nordeste, Norte y centro de México.

Además, el SMN alertó sobre otro fenómeno de baja presión ubicado cerca de la Península de Yucatán (Este) que puede convertirse próximamente en ciclón.

La ciudad de Acapulco, que pertenece al estado de Guerrero, estaba incomunicada por daños en las rutas y problemas de funcionamiento del aeropuerto, que quedó bajo el agua.

Equipos de rescate trataban de retirar los escombros por derrumbes en las dos rutas por las que arriban a Acapulco numerosos turistas de Ciudad de México, mientras que aviones de la Armada, del Ejército y de tres aerolíneas comerciales hacían un puente aéreo para sacar, en vuelos especiales, a unos 40 mil visitantes que quedaron varados. La mayoría son mexicanos que habían viajado el fin de semana por el feriado puente del Día de la Independencia.

Algunos vuelos salen desde el aeropuerto militar de Pie de la Cuesta y otros desde el aeropuerto de Acapulco, previa fila en un centro de espectáculos habilitado para que las aerolíneas vendan los pasajes y revisen la documentación.

Valentín Mario Calderón fue uno de los turistas que consiguió un vuelo para partir junto a su esposa y sus tres sobrinos con los que llegó para aprovechar el feriado del lunes. “Desde la madrugada del sábado ya no se veía nada hacia el mar. Había mucho viento, las ventanas del cuarto temblaban. El domingo hubo un tifón y pensamos que venía un tsunami y nos encomendamos a Dios”, relató.

Más de la mitad de Acapulco –de unos 680 mil habitantes– sigue inundada, tras cuatro días consecutivos de tormentas, aunque ayer ya llovía de forma intermitente.

Las zonas más castigadas del balneario se encuentran en la empobrecida periferia y en Diamante, un área hotelera donde las inundaciones llegaron hasta los tres metros de altura. Algunos habitantes se refugiaron en los techos de sus viviendas y las fuerzas de seguridad realizaron rescates con helicópteros.

Osorio Chong afirmó que desde 1958 no se daban de manera simultánea dos fenómenos meteorológicos desde ambas costas en México, a lo que se suma que las lluvias en Estados Unidos no permiten que la humedad transite hacia el Norte.

“México vive efectos históricos”, dijo Osorio Chong, quien precisó que “sólo tres Estados, de 32, no presentan daños’”.

Por su parte, el coordinador de Protección Civil, Luis Felipe Puente, afirmó que se vive una situación de “emergencia de carácter nacional” por el efecto combinado de los dos fenómenos. “Estamos tratando de abrir lo más pronto posible los caminos para llegar con la ayuda humanitaria”, indicó.

Entre los municipios aislados está Tlacoapa, en el departamento de Guerrero. “No hay paso para Tlacoapa, estamos incomunicados. Urge el apoyo con maquinaria pesada. Debemos abrir una ruta de acceso. El derrumbe que está acá cerca de Tlacoapa rumbo a Malina es muy grande”, informaron desde la cuenta de Facebook del municipio.

Tan sólo en Guerrero, las autoridades estiman que 48 municipios fueron afectados, unas 20 mil personas evacuadas y cerca de 238 mil habitantes damnificados. De esta manera, los daños en infraestructura alcanzarían los 5 mil millones de pesos (390 millones de dólares). La Cruz Roja mexicana ya hizo llegar un primer envío de doce toneladas de alimentos y productos de higiene donados por la población para ayudar a las zonas más afectadas.

Por otro lado, el estado de Veracruz (Este) tenía más de 20 mil viviendas dañadas y 129 ciudades aún incomunicadas, informó el director local de atención a Emergencias, Ricardo Maza Limón.

En Guerrero, las autoridades ordenaron suspender las clases en las escuelas por tiempo indefinido, mientras que en Tamaulipas, un estado de la costa del Golfo de México en el nordeste afectado por Ingrid, se cancelaron las actividades escolares en 21 municipios.

El presidente Enrique Peña Nieto recorrió el lunes Acapulco y ayer visitó la ciudad de Chilpancingo, también en el Estado de Guerrero.