Las formaciones del Sarmiento y el Mitre están obligadas a ingresar a las estaciones terminales a una velocidad máxima de 5 kilómetros por hora y el conductor debe estar acompañado en la cabina por el guarda desde la penúltima estación. Las medidas de seguridad anunciadas el miércoles por el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, como respuesta al nuevo accidente registrado en la estación de Once una semana atrás, fueron difundidas ayer a través del Boletín Oficial. La Resolución 1243 dispone también que los exámenes de aptitud médico-clínica y psicológica de los conductores de los siete ramales metropolitanos de pasajeros sean realizados con el asesoramiento y colaboración del Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial (Inmae) de la Fuerza Aérea.

Los tres accidentes graves ocurridos en el Sarmiento a lo largo de los últimos veinte meses, donde murieron más 55 personas y más de 800 resultaron heridas, determinaron la estatización integral del ramal y la profundización de las medidas de seguridad. Como informó Randazzo el miércoles pasado, los motormen de todos los ramales deberán realizar sus estudios de aptitud médica y psicológica con mayores estándares de exigencia.

Para eso se realizará un convenio con el Inmae “con el objeto de que dicha repartición brinde el asesoramiento y colaboración” durante la realización de esos exámenes. Hasta ahora, los estudios eran efectuados por una ART. Las nuevas pruebas contemplarán un análisis completo de sangre y estudios oftalmológicos, auditivos, neurológicos, radiográficos, nutricionales y controles cardiovasculares: electrocardiogramas, ergometrías, junto con un chequeo médico general. También se realizan estudios psicológicos.

La resolución publicada ayer instruye a la estatal Sofse –la empresa que opera los trenes desde el jueves– para que disponga la reducción de la velocidad de los trenes de las líneas Mitre, Sarmiento y el Tren de la Costa a 5 kilómetros por hora, 20 metros antes de llegar a punta de plataforma de la estación terminal, manteniendo esa velocidad hasta su detención absoluta aproximadamente 20 metros antes de la línea de paragolpes. Esas nuevas medidas ya están corriendo desde el mismo jueves. Pero para evitar posibles confusiones e inconvenientes a futuro, la resolución también dispone que la operadora estatal deberá establecer “con precisión la ubicación de los puntos conducentes a tales fines”.

Además, la resolución formaliza que los motormen de esas líneas deberán estar “acompañados por el jefe de Tren (guarda) en el interior de la cabina de conducción en el último tramo del recorrido, comprendido entre la estación terminal y la estación precedente a la misma”. La medida también alcanza a las formaciones eléctricas del ramal Urquiza, que todavía se encuentra concesionado a la empresa Metrovías-Roggio.