En Chile, un tribunal condenó a cadena perpetua al principal acusado de torturar y asesinar a Daniel Zamudio, el joven gay a quien, el año pasado, cuatro hombres atacaron en un parque de Santiago de Chile por homofobia. Las sentencias que cayeron sobre los demás acusados variaron: dos de ellos recibieron condenas de 15 años de cárcel por homicidio calificado consumado, mientras que el restante, quien era menor de edad al momento de participar del crimen, recibió una pena de 7 años de prisión. El padre de la víctima dijo estar “súper conforme” con la sentencia, mientras que la madre lamentó la diferencia de condenas: “Los cuatro participaron en el crimen, por lo que los cuatro deberían haber recibido cadena perpetua”.

El asesinato del joven causó tanto impacto que impulsó la sanción de la Ley Zamudio, que rige desde julio de 2012 y prevé severas sanciones contra quienes cometan actos arbitrarios por motivos de género, raza o religión. Precisamente por haber sido sancionada a posteriori, la ley no pudo aplicarse al caso Zamudio, pero sí es contemplada para otro ataque reciente, cometido en Rancagua, a 80 kilómetros de Santiago, contra Wladimir Sepúlveda, un joven de 21 años atacado por gay en la calle.

En el caso Zamudio, la sentencia permanecerá en suspenso mientras los acusados tengan la posibilidad de presentar apelaciones. La condena sobrevino luego de que el tribunal admitiera el pedido de la Fiscalía Metropolitana Centro-Norte para que se declarara culpable de homicidio calificado a los cuatro imputados, el pasado 17 de octubre. De acuerdo con el dictamen, Patricio Ahumada Garay, principal acusado de la muerte de Zamudio y que desde hace 11 días sostiene una huelga de hambre seca, en reclamo de la anulación del juicio oral que terminó condenándolo, fue sentenciado a cadena perpetua.

Por su parte, Alejandro Angulo Tapia y Raúl López Fuentes fueron condenados a 15 años de cárcel por homicidio calificado consumado. Fabián Mora Mora, menor de edad y para quien la fiscalía había solicitado ocho años de prisión, recibió una pena de siete años de cárcel, luego de que el tribunal le aceptara las atenuantes de irreprochable conducta anterior y su colaboración con la investigación.

La sentencia estableció que los imputados “realizaron dolosamente conductas tendientes a hacer sufrir a la víctima al realizar cortes en su cara, tórax y espalda con elementos cortantes, dibujando esvásticas con ellos, quemando su piel con cigarrillos y arrojando, al menos más de una vez, una piedra de considerable tamaño y peso sobre las extremidades inferiores de Daniel Zamudio”. Los finalmente condenados, continúa la resolución, “actuaron con alevosía, ensañamiento y por motivaciones homofóbicas”. Además, quedó comprobado que, al momento de la golpiza, Zamudio se encontraba alcoholizado, por lo que no pudo defenderse de sus agresores, que lo atacaron con intención de matarlo.

Iván Zamudio, padre de la víctima, declaró que la sentencia lo dejó “súper conforme”. Por su parte, Jaime Silva, abogado de la familia Zamudio, dijo que “les impusieron a todos (los imputados) el máximo de penas que se podía”. Sólo la madre de Daniel Zamudio, Jaqueline Vera, marcó discrepancias con la sentencia, al señalar que considera injusto que las penas establezcan diferencias entre los condenados. “Los cuatro participaron en el crimen, por lo que los cuatro deberían haber recibido cadena perpetua”, dijo la madre del joven, quien agonizó durante 25 días tras la golpiza.