SOCIEDAD
› LANZAN ONCE EMPRENDIMIENTOS CON APOYO OFICIAL
Barracas, cuna del diseño
Un dibujo animado tanguero, juegos didácticos, trajes sofisticados, comics y bolsos multiuso son algunos de los proyectos que aspiran a convertirse en empresas, en el Centro Metropolitano de Diseño.
› Por Eduardo Videla
Entreveros de guapos, desencuentros amorosos, historias chicas del arrabal. Estas escenas, propias de una letra de tango, se han instalado en un inusual formato para el género: el dibujo animado. La idea pertenece a uno de los once emprendimientos que desde ayer funcionan en el Centro Metropolitano de Diseño de la ciudad, un espacio destinado a promover el desarrollo de nuevas empresas vinculadas con las industrias culturales, el diseño y el turismo. Los proyectos, ganadores de un concurso, recibirán al menos por un año el calor de una incubadora oficial: además de lugar físico e infraestructura, tendrán asesoramiento en materia de negocios hasta que se consoliden como empresas.
Los once boxes, con teléfono, escritorio y PC, están en un sector reciclado del ex Mercado del Pescado: 1400 metros cuadrados dentro de un predio de una hectárea, ubicado en Barracas, a metros del Riachuelo. Uno de ellos está ocupado por las Tangotoon, creadoras de una serie de 26 capítulos de 8 minutos cada uno, con destino de pantalla de TV, local o internacional, que apuntan a un público masivo. “Son historias actuales, condimentadas con toques sutiles de erotismo, vinculadas al tango”, describe Cecilia Capisano, una de las autoras.
Tienen como vecinas a las productoras de Al tun tun, un espectáculo musical a partir del cual generaron una empresa cultural, que incluye desde un juego de mesa con los personajes de la obra hasta un CD rom interactivo, títeres, muñecos un libro y merchandising variado. “El proyecto apunta a crear nuevos productos, con fines didácticos, para chicos de jardín al primer ciclo del EGB”, explica Fernanda Massa.
Junto a ellos están los Avioncitos de Papel.com, una experiencia que empezó hace tiempo con un juego de padre e hijo: un avioncito casero que cayó detrás de la computadora y una asociación de ideas que derivó en un sitio en Internet. Resultado: quince modelos diferentes, listos para ser bajados de la web, en forma gratuita, y armados hasta por el más inexperto. Los dueños de la idea, ahora, quieren montar una empresa para armar juegos didácticos en papel. “Mediante este juego se pueden enseñar cosas, desde figuras geométricas hasta por qué vuela un avión. Se pueden ofrecer contenidos educativos”, propone Lucas Worcel.
También comparten el espacio un dúo de diseñadores industriales que proponen una línea de bolsos para usos múltiples, ideales para el uso urbano, capaces de llevar desde la agenda hasta el equipo de gimnasia; un sastre especializado en prendas sofisticadas, confeccionadas con hilados de vicuña, llama o guanaco; un productor de contenidos de comics e historietas; otro dedicado a la edición de novelas y cuentos de autores jóvenes, destinados a lectores adolescentes, con diseños de tapa emparentados con el rock y el cine; una productora de bienes y servicios para el turismo; una editorial vinculada con contenidos de diseño y una empresa dedicada a la comunicación visual, entre otros.
Los proyectos ya están en marcha, después de un largo proceso que comenzó hace un año, con el llamado a concurso del programa Incuba, destinado a proveer de infraestructura y recursos técnicos a nuevos emprendimientos en las áreas del diseño, el turismo y las industrias culturales. Sobre un total de 157 propuestas presentadas, en diciembre último fueron seleccionadas las once que comenzaron a funcionar ayer: hubo que esperar la finalización de las obras de reciclado de un sector del ex Mercado del Pescado.
“De la idea al proyecto hay una cantidad de pasos. El aporte de Incuba es para optimizar ese proceso”, dice el secretario de Desarrollo Económico porteño, Eduardo Hecker, responsable del proyecto. La reducción de costos fijos apunta a que los proyectos no se caigan, justamente, en esos primeros pasos. “Somos profesionales del diseño, estamos acostumbrados al trabajo creativo, sin ver a veces el perfil del negocio”, dice Mario Spina, de Commtools, como una síntesis de lo que todos esperan de esta nueva etapa.
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