SOCIEDAD
Misterioso asalto al auditor que investiga el patrimonio policial
Carlos Coen Salama es abogado de Asuntos Internos, la oficina de la Bonaerense que investiga a los propios policías. Sufrió un extraño robo. Cafiero dijo que puede ser una intimidación.
› Por Alejandra Dandan
No hay especulaciones. En el ministerio de Juan Pablo Cafiero están convencidos de que “estamos en riesgo” y de que “existe una campaña de intimidación” contra Asuntos Internos (AI), la oficina de la Policía Bonaerense que se encarga de investigar a la propia policía. Fuentes calificadas del ministerio encuadraron de ese modo un supuesto intento de robo ocurrido el martes por la noche contra el abogado Carlos Coen Salama, uno de los tres auditores del AI. Coen Salama es uno de los integrantes del equipo que en este momento investiga, entre otros temas, la megacausa por enriquecimiento de 131 policías de la Bonaerense. Su caso no es el único que ayer tuvo en cuenta la gente de Cafiero para hablar de “la intimidación”. En abril de este año, el auditor general de la Dirección de AI fue tomado de rehén en otro supuesto asalto que se hizo con un altísimo e inexplicable grado de violencia. El ministerio ahora les adjudica aquel caso a los sectores más reaccionarios de la Bonaerense.
El supuesto robo contra el auditor de Asuntos Internos ocurrió el martes por la noche, en su casa de la calle 17 de Gonnet, una de las localidades cercanas a La Plata. De acuerdo con los datos de la Departamental local, el abogado guardaba su coche en el garaje cuando se le cruzaron tres personas tapadas con bufandas y armadas. En minutos, se apoderaron de él, de su mujer y de su hijo. Le exigieron su teléfono celular, alhajas de oro y se llevaron 1500 pesos. Alejandro Villordo, el fiscal de turno que sigue el caso, no descartó la hipótesis de un acto intimidatorio: “En principio –dijo–, la propia víctima reconoció que sería un robo común, pero no podemos descartar ninguna hipótesis”.
Coen Salama es uno de los tres abogados de la Dirección de AI, y un hombre de Cafiero. Abogado, de 32 años, parte del fuero civil y especialista en derecho administrativo hasta que el ministro lo reclutó para una de sus áreas más calientes. Al estilo de los fiscales del Poder Judicial de la provincia, investiga las causas abiertas contra los integrantes de la fuerza. En este momento, trabaja con el equipo que investiga la situación patrimonial de 131 uniformados, entre los que se encuentran hombres de las más altas jerarquías. Esa causa tiene la misma característica de todas las que tramitan los auditores: “Son casos gravísimos, reservados, que sólo conoce el auditor de turno y que terminan con la exoneración o pase a disponibilidad de los hombres investigados”, indicó la fuente del ministerio consultada por este diario.
Los expedientes que, en esas condiciones, pasaban por las manos de Coen Salama eran “unos 15 o 20 por mes”. Para cada causa, el auditor recoge testimonios, hace indagatorias y reúne los elementos de prueba para elevar una acusación a la Dirección de Dictámenes, paso previo hacia el Tribunal de Etica que termina cerrando el caso. Ese recorrido permite que Coen Salama conozca y sea reconocido por los policías investigados: aquel sector de la fuerza que ahora aparece detrás de lo que el ministerio define como una campaña de aprietes.
Durante el día, el propio ministro Cafiero no descartó esa opción: “Cuando intentamos investigar a los comisarios –dijo–, se produce este hecho del asalto a uno de los que está haciendo estas investigaciones”. Aunque el ministro dijo no tener los elementos para plantear el caso “como un apriete”, aseguró que el abogado “es un hombre de nuestro equipo y obviamente nosotros no vamos a poner la versión de que es un simple asalto”.
En la dirección de la Auditoría ahora está Antonio Amoretti, otro de los abogados que sufrió un presunto atentado el 27 de abril de este año. “Las intimidaciones no son frecuentes, pero –aclaró una fuente del ministerio– existen. Al principio creímos que el asalto que sufrió el auditor general había sido un robo común: ahora creemos que fue claramente un acto intimidatorio”. Para el organismo, según la fuente, el acto de intimidación es “para Asuntos Internos”.
La lista de aprietes no termina con estos dos casos mencionados. El Ministerio incluye además un episodio que sufrió el presidente del Comité de Seguridad Deportiva bonaerense, Mario Gallina. El episodio habría ocurrido hace dos meses, y según las fuentes, fue del mismo tipo que el de Coen Salama. Gallina no está vinculado a AI, pero su hermano José María fue durante cuatro meses jefe de la Bonaerense en 2000, después de pasar un largo período como auditor general de esa área.