Los vecinos del country Los Lagartos, ubicado en el partido bonaerense de Pilar, ayer vivían una noche tensa. Un grupo de al menos tres ladrones ingresó por la tarde al barrio cerrado y asaltó entre tres y cinco viviendas, de las cuales sustrajeron dinero, joyas y otros objetos de valor. Al cierre de esta edición, el jefe de la Bonaerense, Hugo Matzkin, reconoció que no habían logrado encontrarlos después de rastrillar el country durante horas. Se sospecha que se movilizaban en un auto de alta gama, del que la seguridad del club no tuvo registro de salida. La nota saliente la dio Miguel Angel Toma, ex secretario de Seguridad y ex jefe de la Side durante el menemismo, que vive en el country y, contra los criterios de la inseguridad que impulsó en aquella época, sostuvo que los ladrones habían entrado encubiertos por algún propietario. Una hipótesis policial concuerda con Toma.

El hecho ocurrió alrededor de las 14 en el country Los Lagartos, situado en el kilómetro 46,500 de la ruta Panamericana. Tras el alerta a la policía, custodios y efectivos controlaban todas las casas para intentar atraparlos. Uniformados de la Departamental de Pilar dispusieron un operativo cerrojo para encontrar a los delincuentes, quienes se especulaba que todavía permanecían dentro del barrio cerrado, aunque a última hora, Matzkin anució que se desistía de la búsqueda.

Durante horas, unos 15 patrulleros y grupos de policás realizaban rastrillajes en el lugar, controlando casa por casa. Asimismo, dos helicópteros de apoyo sobrevolaban la zona para atender el perímetro. Mientras tanto, el personal de seguridad privado y policial extremaba las medidas en el ingreso y egreso al predio, con rigurosos controles a conductores y vehículos. También recomendaban a los socios del barrio permanecer dentro de sus casas y mantenerse comunicados.

Miguel Angel Toma fue detectado por los movileros y rápidamente se armó una especie de conferencia de prensa in situ y sin cargos oficiales. Toma dijo que “creo que la seguridad de este country es bastante buena, pero evidentemente habrían ingresado en el vehículo de algún socio, con lo cual toda la seguridad queda burlada”.

Julián, uno de los propietarios, detalló que “los ladrones eran tres, actuaron a cara descubierta y estaban armados. Dos de ellos estaban bien vestidos” y “entraron a otras cuatro casas”. “Mi empleada estaba sola y ve por la ventana que un señor con un arma le apunta, la amenaza y le pide que abra la puerta. Entró junto a otras dos personas y la ataron con precintos. Estuvieron una hora. Me robaron dinero, joyas, una netbook y ropa de mi hija”, indicó el vecino asaltado.