La madre y el padrastro de Prisila Leguiza, la niña de 7 años que el mes pasado fue hallada asesinada a golpes, quemada y envuelta en una bolsa en un arroyo de la localidad bonaerense de Berazategui, continuarán presos ya que la Justicia les dictó la prisión preventiva.

Se trata de Silvia Lafuente y su pareja, Pablo Verón Bisconti, quienes fueron acusados por el juez de Garantías 4 de Berazategui, Damián Véndola, de ser coautores del delito de “homicidio simple agravado por el vínculo”.

El cadáver de Prisila fue hallado por la policía el martes 7 de enero, entre los pastizales y arbustos de un arroyo ubicado debajo del puente de avenida Mitre, casi calle 44, en Berazategui, próximo al límite con la vecina localidad de Guillermo Hudson, en el sur del conurbano.

La madre de la niña había denunciado la desaparición de su hija durante las primeras horas del lunes, pese a que, según su versión, faltaba de su casa desde el sábado. Tanto la madre como el padrastro quedaron detenidos luego de que Verón Bisconti, bombero exonerado de la Policía Federal, aparentemente “se quebró” en sede policial.

Según los investigadores, el hombre dijo que su pareja golpeó a la niña durante la noche del 3 de enero, que la acostaron a dormir y que a la mañana siguiente la encontraron muerta. Dijo además que tras intentar incinerarlo en la parrilla de la casa, la noche del sábado envolvieron el cadáver de Prisila en una bolsa de plástico y lo trasladaron en un cochecito para bebé hasta el arroyo Las Conchillas, a 800 metros de la casa.

En una cámara de seguridad instalada en una estación de servicio sobre la avenida Mitre, a una cuadra de la casa de la familia, se logró observar el paso de los imputados y los hermanos de la niña caminando con un cochecito de bebé en dirección al arroyo.