Con alguna contradicción en cuanto a la cantidad de provincias en conflicto (en algunos reportajes reconoció que eran cuatro y en otros redujo el número a tres), la ministra de Educación, Graciela Giannettasio, aseguró que el comienzo de las clases “está garantizado” en la mayoría de los 24 distritos. Para evitar un traspié de último momento ya que los docentes todavía siguen deliberando en todo el país y subsisten los interrogantes, el presidente Eduardo Duhalde confirmó que inaugurará el ciclo lectivo en un acto a realizarse en Ushuauaia, Tierra del Fuego, opción que lo colocaría lejos de algún desplante postrero. Para mañana está prevista la apertura de las aulas en 11 de las 24 provincias, aunque todo hace suponer que no habrá clases en Buenos Aires, Catamarca y Tucumán, mientras hay dudas en Corrientes. En la Capital Federal no hay problemas, pero mañana sólo comienza la actividad en los colegios primarios.
Giannettasio estimó que el comienzo de las clases “está garantizado en 20 provincias y en la Capital” y voceros del Ministerio le aseguraron a Página/12 que el problema en Corrientes “ya está superado”. La titular de la cartera, de todos modos, anticipó que mantendrá nuevas reuniones para buscar “una aproximación entre los gremios que siguen en conflicto, porque tanto los papás como los chicos esperan con ansiedad el inicio de clases”. Más allá de ese deseo al que dio por sentado, no mencionó ninguna instancia de negociación concreta que pueda destrabar el conflicto.
Insinuó si, como idea general, la de llegar a un acuerdo para que los reclamos de los gremios se realicen “fuera del horario de clases” y llamó a “garantizar el derecho constitucional de los niños a recibir educación”. Respecto del recorte de las becas a jóvenes de escasos recursos, dijo que esperan un convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que permitirá “ampliar las becas hasta totalizar unas 350 mil”. Por el momento sólo se han enviado 110.000 para alumnos de 13 a 19 años.
Un vocero ministerial le dijo a este diario que la situación en las distintas jurisdicciones “es muy compleja, porque hay sectores gremiales que impulsan el paro y otros que resolvieron lo contrario, de manera que habrá que ver cómo se van planteando las cosas sobre el terreno”. Giannettasio habló de manera especial sobre el paro en la provincia de Buenos Aires. Mientras los gremios denunciaron la reducción salarial y del plantel docente como fundamentos de la medida de fuerza, la ministra sostuvo que las modificaciones decididas “no tienen que ver con estrategias que reducen el sueldo sino con modificaciones que tienen que ver con el estilo de gestión”.
Explicó que el ahorro buscado se logrará “mediante una mejor utilización de los recursos humanos, con menos tiempo de licencia y un mayor control que va a asegurar el éxito que se busca”. Sobre el régimen de licencias actual, que ha tenido vigencia durante muchos años, sostuvo que se trata de “una institución antigua que no se justifica”. Dijo que el sistema se ha convertido en “una patología por la falta de control administrativo, ya que el número de ausencias es superior a la media de cualquier actividad vinculada a la administración, por lo que se necesitan normas más actuales y mejores gestiones”.
Con lo único que dijo estar en desacuerdo es con la decisión provincial de modificar la licencia por maternidad. “Las mujeres son la base más importante que tiene la dirección de Escuelas”. Dijo no compartir tampoco las medidas que supongan cualquier disminución del salario, como la eliminación del plus por realizar tareas docentes en las zonas rurales. Al ser consultada por los problemas edilicios en los colegios, otro de los reclamos de docentes y padres, aseguró que “ya fueron distribuidos unos 14 millones de pesos en el seno del Consejo Federal de Educación para ser destinados” a mejorar la infraestructura.
Respecto de los atrasos salariales, uno de los problemas más graves en las provincias en conflicto, sostuvo que la solución podría llegar a través de un fondo fiduciario que será financiado con un préstamo del Banco Mundial por 600 millones de pesos. Esa ayuda financiera recién seríarecibida en el mes de abril, de manera que ya está llegando tarde. Giannettasio dijo que están realizando “todos los esfuerzos necesarios para que todos los niños del país puedan ir a clases el lunes y para que se cumpla el documento de la mesa de Diálogo Argentino para garantizar los 180 días de clases en el año”.
En fuentes del Ministerio se dice que el paro en Buenos Aires “no tendrá la repercusión que esperan los maestros”. Giannettasio llegó a decir que el 50 por ciento de los docentes “no están afiliados a ningún gremio”, como si eso garantizara la no adhesión a la medida de fuerza. La CTERA cree que es posible todavía que los docentes de San Juan, Río Negro y otras provincias se sumen a la huelga convocada a partir de mañana en las 11 provincias donde comenzarán las clases. En el resto, el inicio del año lectivo está previsto recién para la semana próxima y todavía no está totalmente cerrada la discusión entre los gremios docentes.
El problema detonante de la crisis del sector fue el recorte en educación anunciado en la provincia de Buenos Aires, que asciende a los 500 millones de pesos para el año en curso. El secretario general del Suteba, Hugo Yasky, ratificó que los docentes pararán mañana y volvió a responsabilizar al gobernador Felipe Solá “por el brutal recorte en el presupuesto educativo y por la brutal represión” contra los maestros que intentaron ingresar a la Legislatura para reprobar la sesión en la cual se aprobaron las nuevas medidas que afectan al sector. Yasky afirmó que el gobernador “echó a 150 mil alumnos pobres que este año no irán a la escuela porque perdieron sus becas”.