Al menos 14.500 personas fueron evacuadas en Misiones, Formosa, Corrientes, Chaco y Entre Ríos por la crecida de los ríos Paraguay, Uruguay y de numerosos arroyos, debido a las constantes lluvias en los últimos días, que también provocaron inundaciones en Paraguay y el sur de Brasil. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, señaló ayer que en Misiones había 7350 personas evacuadas, pertenecientes a 1413 familias, por la crecida del Uruguay, mientras en Formosa el Paraguay dejó a “1290 familias evacuadas y 115 autoevacuadas”. Capitanich, además, adelantó que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner evaluaba visitar “en las próximas horas o días” las zonas declaradas en emergencia, al tiempo que garantizó “asistencia” a los damnificados, en su habitual conferencia de prensa matutina en Casa de Gobierno.

Unas 2800 familias fueron socorridas en las seis provincias afectadas a raíz de la crecida de los ríos Paraná, Paraguay, Iguazú y Uruguay, informó el Ministerio de De-sarrollo Social de la Nación. Las autoridades nacionales monitoreaban ayer la situación a través de los gobernadores y el Comité de Emergencia Hídrica que recorría el Litoral para asistir a pobladores de zonas ribereñas que debieron dejar sus casas. En el plan de acción, el Ministerio de Seguridad aportó sus recursos desde la Gendarmería Nacional y sus unidades militares en las provincias, en apoyo del equipo territorial de la Dirección de Emergencias, ya sea como centro de información, depósitos de insumos o centros de evacuados.

La mayor complejidad continuaba registrándose ayer en Misiones –a pesar de que cesaron las lluvias por primera vez en diez días y el Uruguay comenzó a bajar–. “Hay 7350 personas evacuadas, que pertenecen a 1413 familias; 1463 viviendas afectadas, de las cuales 827 están inundadas y otras 636 registran destrucción parcial y en algunos casos total”, detalló Capitanich.

Ante esta situación, el gobernador Maurice Closs declaró que firmará un decreto por el cual declarará a la provincia en emergencia económica y social para iniciar el camino de la reconstrucción, que demandará una inversión superior a los 500 millones de pesos. En tal sentido, Capitanich expresó el compromiso del gobierno nacional para poner en marcha “un rápido y directo proceso de reparación de daños cuando las aguas bajen” para la reconstrucción o construcción de viviendas, mediante un plan federal.

En tanto, en Formosa, “la situación hoy está medianamente controlada, pero se esperan para el miércoles nuevas lluvias y que, a partir de ese día, el río Paraguay siga creciendo por quince o veinte días más”, estimaron voceros de la gobernación. De tal modo, se intensificó la asistencia y preparan un plan de emergencia para la eventual nueva crecida.

En Corrientes, una de las localidades más afectadas es Santo Tomé, donde el río Uruguay alcanzó ayer los 15,82 metros, con tendencia a subir, y la situación obligó a las autoridades a evacuar a 611 personas.

Además, el tránsito vehicular en la ruta nacional 14 quedó restringido desde las 15 debido al desborde del río. Santo Tomé corre riesgo de quedar aislada, ya que de seguir aumentando el caudal podría alcanzar también a la calzada de la ruta 14, indicó el jefe de Vialidad Nacional, Carlos Colombo.

El gobierno bonaerense articuló ayer, junto a empresas privadas, el envío de agua mineral, colchones y medicamentos para los afectados por las inundaciones en la localidad de Itatí. La mercadería entregada supera el millón de pesos en productos de primera necesidad.

Por su parte, el embalse de la represa de Yacyretá recibió ayer el doble del caudal que ingresa habitualmente y se estimó que la situación cambiará en la jornada de hoy, cuando se inicie un período de bajante, según dijeron las autoridades del ente binacional.

El río Paraná creció ayer frente a la ribera entrerriana, con excepción de La Paz, donde permanece estacionario, mientras que el río Uruguay comenzó a descender en la zona norte de la provincia, pero se incrementa en la costa sur. El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, reiteró que la provincia “está preparada para enfrentar esta situación y atenuar los efectos negativos al mínimo”.

En Chaco, más de 850 familias continuaban evacuadas por la crecida de los ríos Paraná y Paraguay, que en el puerto de Barranqueras alcanzó una suba del caudal de 26 centímetros en dos días.

La situación en el río Paraguay también afecta al país homónimo, con un caudal que en esa zona subió otros cinco centímetros y su nivel se colocó en 7,15 metros en el puerto de Asunción, lo que empujó las aguas al interior de la ciudad. En todo Paraguay 300.000 personas fueron desplazadas por la crecida, incluidos unos 180.000 menores de edad. A su vez, en el sur de Brasil las inundaciones y el desborde de varios ríos obligaron a cerca de 50.000 personas a dejar sus hogares, según estimaciones oficiales.