SOCIEDAD
› POSTERGAN LA APLICACION DE LA INSALUBRIDAD
Un subte difícil de encarrilar
Aníbal Ibarra le dio treinta días a Metrovías para que aplique las 6 horas de trabajo en el subte. El objetivo es normalizar el servicio.
Mientras los pasajeros de subterráneos volvieron a soportar ayer demoras en las líneas B y D, la empresa Metrovías fue intimada por la Justicia porteña y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) a normalizar el servicio. En ese contexto, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, dictó anoche una resolución por la que le da a la empresa una prórroga de 30 días para reorganizar el servicio en base a turnos de 6 horas para todo el personal: durante ese lapso, los trabajadores volverán a la jornada de 8 horas y cobrarán ese excedente como extra. “Esto permitiría, a partir de mañana (por hoy), la normalización del servicio”, dijo Ibarra a Página/12. Los trabajadores de Metrovías deberán decidir, en una asamblea, si acatan la resolución.
La resolución 1121, firmada por el jefe de Gobierno, ratifica la insalubridad de las condiciones de trabajo en los subterráneos, pero le otorga a la empresa un plazo de 30 días, a partir de hoy, para reordenar su planta con el fin de cumplir con la jornada de 6 horas. “La empresa pidió una prórroga de 60 días, nosotros decidimos otorgarle 30, que es un plazo razonable”, argumentó Ibarra.
Ahora, la palabra la tienen los trabajadores. “Mañana (por hoy) a las 8 nos vamos a reunir en asamblea para resolver si acatamos o no la resolución del gobierno. También hay que ver si la acepta la empresa. Más allá de eso, está claro que ésa no es la mejor medida para los trabajadores, porque nuestra salud se sigue deteriorando, igual que desde hace diez años. No sé los motivos, pero creo que el gobierno de la Ciudad cedió a las presiones de la empresa”, dijo anoche a este diario Roberto Pianelli, delegado de los trabajadores de la línea D.
Paralelamente, el conflicto sigue su cauce por vía judicial. Ayer, el juez en lo Contencioso Administrativo, Roberto Gallardo, convocó a una audiencia conciliatoria para el lunes “como última instancia para encontrar una salida consensuada”. Luego, si el martes 23 el servicio no funciona como corresponde, habrá una multa para la empresa y sanción penal por “desobediencia y entorpecimiento del transporte, para su línea gerencial, desde el director para abajo”, aseguró el magistrado. La resolución fue firmada una vez que se evaluó la información relevada el martes cuando Gallardo, junto con la Policía del Trabajo, realizó un operativo en las cabeceras de las cinco líneas de subte y “se constató que Metrovías no cumplió ni con la reducción de horario de trabajo para sus empleados ni con la orden judicial de garantizar el normal funcionamiento del servicio”, explicó el juez a Página/12.
Por lo pronto, el lunes deberán comparecer en el juzgado el delegado Carlos Alberto Pérez; el secretario general de la UTA, Juan Manuel Palacios; el titular de la empresa, Aldo Roggio, y la secretaria de Gobierno y Control Comunal, Silvana Giudici. El juez puso como plazo el martes 23 para la normalización del servicio. De lo contrario “se aplicará una sanción pecuniaria de 750 mil pesos por cada día en que se compruebe dicho incumplimiento”.
Por su parte, la CNRT hizo una presentación formal ante la empresa: le comunicó que a partir de esta semana se incrementaron las inspecciones y le anunció las posibles sanciones que podrá recibir de no cumplir con la regularización del servicio.
En tanto, Metrovías volvió a insistir en que esa medida no está en vigencia, argumento repetido en los últimos tres días: “Insistimos en que a partir de nuestra impugnación sus efectos están suspendidos. Por lo cual, más allá de los ajustes operativos, no renunciamos a los derechos que nos asisten, convencidos de que las tareas en el subte no son insalubres”.
Como el lunes y el martes, ayer los problemas se suscitaron en los horarios de recambio de personal: al mediodía, cuando deberían finalizar su turno los trabajadores que ingresan a las 6, y a las 18, horario de salida previsto los que ingresaron a las 12. Muchos trabajadores cumplieron a rajatabla la reducción horaria pero esta vez la empresa pudopreverlo y organizó las frecuencias de tal manera que no se llegó a la paralización en ninguna de las líneas, aunque se registraron demoras.
Producción: Paula Bistagnino.